Una derrota en pretemporada no es el fin del mundo, sino un escarmiento para aprender y mejorar. El Granada CF cayó por una diferencia de tres tantos, algo que sólo había sucedido una vez en las dos primeras campañas de Diego Martínez en el club. El discurso del técnico gallego se entiende con partidos así, pues los errores pueden condenar cualquier encuentro. El equipo sacó conclusiones positivas como el regreso de lesionados de larga duración, el debut de Luis Milla o la actuación de Antoñín.

Tras la goleada, Diego Martínez valoró de forma positiva la acumulación de minutos de trabajo y la distribución de estos en las piernas de sus pupilos, aunque dejó claro que a nadie le gusta perder. Cuando las cosas salen a pedir de boca, el entrenador rojiblanco es el primero en recalcar que la única vía de su equipo para competir es ir a por cada balón como si fuese el último.

El Granada no disputó, ni mucho menos, un choque pésimo ante el Valladolid, pero la élite no perdona los errores. Los primeros 15’ del segundo acto borraron de un plumazo las buenas formas mostradas por el equipo en los primeros compases del encuentro. Los fallos en la retaguardia y las pérdidas de balón en zonas comprometidas son un tabú en los ideales de cualquier conjunto. El error cometido por Rui Silva es algo aparte, pues los guardametas viven con el peso de saber que sus equivocaciones acarrean más perjuicio que las de nadie.

Diego Martínez toma notas junto a su segundo, Raúl Espínola

El resultado ante los pucelanos igualó la derrota más dura en la etapa de Diego Martínez en la entidad octogenaria. Desde que el vigués se sienta en el banquillo de Los Cármenes, sólo se había perdido por tres goles de diferencia en una ocasión. La desdichada cita fue el 3-0 encajado ante el Eibar en Ipurúa en la decimoctava jornada de Liga Santander. Cabe destacar que el cuadro nazarí ha encajado sendas goleadas ante rivales de su liga. Va a ser una constante durante la temporada 2020-21 escuchar a los técnicos rivales decir que el Granada es un rival dificilísimo por su categoría de equipo de Europa League, pero el vestuario rojiblanco siempre tiene las ideas claras.

El primer test de la pretemporada dejó también aspectos positivos para el Granada. Antes del pitido inicial, Diego Martínez alegró la tarde a su hinchada con la inclusión de Luis Milla en el once inicial. El granadinismo tiene ganas de ver jugar a su flamante fichaje del verano, que portará este curso el ‘5’ en su espalda. Otro joven valor, Antoñín, dejó buenas sensaciones en sus 70 minutos sobre el terreno de juego. El malagueño celebró su convocatoria con la selección sub-21 exhibiendo su chispa y desparpajo para encarar defensores. Una pretemporada completa puede ser fundamental para que Diego Martínez consiga que el atacante de al equipo su mejor versión.

El regreso al verde de Quini y Álex Martínez fue sin duda la mejor noticia de la tarde para el club. La enfermería quedó atrás para los dos laterales, cuya misión ahora es coger ritmo de competición después de tantos meses fuera. La puesta a punto es un cometido que también tiene Gonalons. El francés ha pasado ya el coronavirus, un camino en el que se encuentran Machís, Yan Eteki y Jorge Molina.