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El Granada CF de Aitor Karanka logra un punto in extremis ante el Celta en Los Cármenes

Arezo trata de controlar el esférico.

Arezo trata de controlar el esférico. / Antonio L. Juárez / PHOTOGRAPHERSSPORTS (Granada)

Con una defensa de circunstancias y la ansiedad campando a sus anchas por Los Cármenes, el Granada CF no pudo salir de los puestos de descenso de LaLiga Santander al empatar a uno ante el Celta en un duelo en el que lo intentó, dentro de sus limitaciones, con todos sus medios y que tuvo, una vez más, a Aspas como protagonista en el bando contrario.

Karanka apostó por el canterano formado en el Celta Sergio Barcia como acompañante de Germán en el eje de la zaga. Con la llegada del técnico vasco se vio a un equipo más ordenado y solidario pero al que le costó mucho tener el balón. Los celestes tiene jugadores que se sienten muy cómodos con el esférico en sus botas y fiel a su estilo, dominaron el cuero en la primera mitad. Tanto, que locales únicamente pudieron buscar el área de Dituro a base de un juego directo que facilitó la labor de los defensores visitantes.

Primera ocasión

El choque pudo cambiar en el minuto 9 con un error defensivo de Barcia, que perdió el cuero ante Santi Mina cuyo disparo salvó Maximiano. Pero el rehace le llegó a Cervi que controló y, con todo a su favor, remató pero Germán sacó bajo palos. Primer susto de los tres del primer acto. Montoro no estaba cómodo en su posición por delante de Petrovic y Milla y por ahí comenzaron a ahogarse los de Karanka. Tan sólo el ímpetu de Suárez y Uzuni albergaba algo de esperanza la grada. Pero faltaba tener más posesión.

En el 21’, en la primera aparición de Iago Aspas, una jugada individual suya pudo suponer el 0-1 pero ‘Maxi’ envió el esférico a saque de banda. Al Granada CF le costaba mucho superar el orden defensivo de los de Caudet, que cada vez que salían en ataque tocando, encontraban los espacios que su rival no era capaz de descubrir.

La afición rojiblanca terminó pidiendo la dimisión de los responsables del club

Barcia se fue asentando atrás pero costaba conectar con los hombres más peligrosos. Tuvo que ser en una acción aislada cuando los rojiblancos gozaron de una ocasión que, con lo que se está jugando el equipo, no se puede fallar. Fue fruto de la presión de Suárez y Uzuni, que le robaron el cuero a Araújo. El albanés habilitó al colombiano que pisó en el área y casi desde el punto del penalti, con todo a su favor, no acertó ante Dituro que le cerró bien los espacios para evitar el 1-0. Una acción que sacó al cafetero del encuentro casi por completo.

La tuvo Suárez

Sin embargo, antes de irse a vestuarios, de nuevo Aspas tuvo una clara oportunidad para adelantar a su equipo. Montoro, en vez de colgar el cuero al corazón del área con hasta tres compañeros en zona de remate, eligió asociarse pero los locales perdieron el cuero en una zona peligrosa y con el equipo desarmado. Encima, le llegó a Aspas, que arrancó en campo propio, eludió a Germán que no pudo frenarlo, y encaró a Luís Maximiano pero llegó al borde del área con poca frescura física y su chut desde la frontal se marchó junto al palo izquierdo del arquero luso. En ocasiones fue un 3-1 para el Celta pero la realidad es que si los vigueses se hubieran ido al receso por delante el marcador, a nadie le hubiera extrañado.

Sin cambios pero con otra actitud arrancó un segundo acto en el que Aspas tuvo más espacios pero en la que las llegadas rojiblancas fueron más numerosas. En un primer momento gracias a acciones a balón parado. Cierto es que tuvo más presencia en campo rival pero eso conllevó desarmarse más a nivel defensivo. El problema fue que enfrente estaba un jugador al que el Granada CF le motiva. Se trata de Iago Aspas, que en la primera mitad estuvo más desaparecido aunque las veces que entró en juego el peligro rondó el arco granadino y que se soltó en la segunda para desesperación de la hinchada granadina que terminó pitándole y él aplaudiendo a los que le silbaban.

Calidad

Cada vez que salía el Celta la grada temblaba. Porque, al margen de Aspas, Caudet cuenta con jugadores de mucha calidad de centro del campo hacia adelante, como Brais Méndez, que cada vez que tocó el balón generó muchas dudas en los locales. Es evidente que la ansiedad por la situación en la tabla está pasando factura. El ejemplo más claro es Luis Milla, que ha bajado muchos sus prestaciones en las últimas jornadas y que estuvo muy impreciso.

Tanto que en el minuto 72 y con casi todo su equipo en campo contrario, perdió un balón en la medular que permitió a Denis Suárez avanzar y ceder a Aspas quien, tras ganar línea de fondo, centro pero Antonio Puertas, en su intento por despejar, alojó el cuero en el arco de Luís Maximiano. Un jarro de agua fría que provocó que Karanka diera entrada a Gonalons y Jorge Molina. Había que arriesgar y la decisión, en cierto modo, le salió bien.

Ocasiones

Con Machís, Collado, Molina y Suárez, por el que entró Matías Arezo, Puertas adelantó su posición, pasando a actuar con defensa de tres. Los espacios atrás eran evidentes pero no quedaba otra que atacar. Y gracias a eso, se gozaron de las mejores ocasiones en la recta final. Primero con un remate de cabeza de Arezo, que vino precedido de un mano a mano de Aspas con Maxi que repelió el portugués. También lo intentó desde lejos Álex Collado con un zurdazo que iba a la escuadra pero el portero argentino lo solventó con una extraordinaria parada. El premio a la insistencia llegó en tiempo de descuento con un centro de Machís que tocó Milla, y que permitió batir a Dituro para, al menos, sumar un punto que quizá no sirva para lograr la salvación...o sí.

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