El Granada CF logró un triunfo vital en su lucha por lograr el ascenso directo. Se impuso por 2-1 a la Unión Deportiva Las Palmas, que pagó muy caro sus errores defensivos y que, pese a contar con mucha calidad en su plantilla, está pasando por el peor momento de la temporada en cuanto a resultados. Dos ‘regalos’ de su portero y su lateral diestro fueron determinantes para sumar tres puntos que pueden ser claves en la recta final de la competición.

La cita no era una final pero casi para ambos equipos, en especial para los rojiblancos que, de perder, podrían ver cómo los dos primeros puestos se alejaban en exceso. Por ello, salieron con un punto más de agresividad que su rival. Esa que no se vio en La Romareda ante el Real Zaragoza. Y gracias a ello, los de Paco López fueron claros dominadores en el primer acto, todo lo contrario que en la segunda. Con Antonio Puertas junto a Uzuni en punta de ataque y Petrovic por todas partes, los locales dieron buena cuenta del cuadro canario, cuyas transiciones defensa-ataque fueron muy lentas.

Presión

Ya desde el inicio se vio una actitud muy diferente en ambos contendientes. El cuadro granadinista presionó la salida de balón, cerró los pasillo interiores para que ni Jonathan Viera ni Alberto Moleiro tuvieran protagonismo y, encima, tuvieron mucha profundidad en ataque. A los seis minutos, Uzuni pudo adelantar al Granada CF pero su remate de cabeza, a centro de Petrovic, no encontró portería.

Los rojiblancos tuvieron un punto más de agresividad que su rival

Melendo lo intentó desde la media luna en el 12’ pero fue al cuarto de hora cuando los rojiblancos encontraron el premio a su mejor puesta en escena. En centro de Carlos Neva, que subió mucho la banda izquierda hizo dudar a Valles, que salió mal por alto y, lejos de rectificar, siguió intentando atrapar el cuero con tan mala fortuna que el esférico tocó en Sergi Cardona y quedó muerto para que Óscar Melendo abriera el marcador a puerta vacía.

Aplatanados

Fue un momento de explosión de Los Cármenes, que vio cómo su equipo obtuvo recompensa a su gran actitud. Las Palmas siguió aplatanado, a bajas revoluciones. Todo lo contrario que su rival, que apretó los dientes consciente de lo que se jugaba. Puertas, que estuvo a gran nivel, centró pero Marvin despejó a córner. García Pimienta vio desde su banquillo los problemas para superar la presión local y ordenó a Moleiro, uno de los jugadores de más talento de LaLiga SmartBank, que retrasase su posición y ayudara en la creación. Pero ni por esas.

Con un Callejón pletórico que lo hizo casi todo bien, el primer intento de los amarillos llegó en el minuto 28 con un disparo muy alto de Mfulu. El siguiente fue de Coco justo antes del descanso. Un balance ofensivo muy pobre para un equipo que pelea por ascender. Las ayudas en banda de los medioscentros rojiblancos y las llegadas ante el arco de Valles fueron constantes y Puertas, en el 36’, tuvo el 2-0 pero su remate de cabeza no fue entre los tres palos con todo a su favor. De haberla picado, habría puesto en muchos apuros al guardameta insular.

Moleiro y Callejón pugna por un balón aéreo.

Fue el preludio del segundo tanto del Granada CF, que llegó por medio del Pichichi de la categoría, Myrto Uzuni, que no desaprovechó el regalo del lateral cedido por el Real Madrid Marvin. El ‘2’ realizó una conducción hacia dentro y cedió atrás sin que ni Mfulu ni Coco ni Sidnei estuvieran cerca de controlar. El albanés arrancó la moto, se marchó por velocidad de los dos centrales y ante la salida de Valles, lo batió por bajo. Un 2-0 más que merecido que dio mucha confianza de cara a una segunda mitad que prometió emociones fuertes.

Segundo acto

Sin cambios arrancó la reanudación en la que a los tres minutos Uzuni tuvo la sentencia tras un error de Mfulu que le permitió encarar a su par y disparar, pero el cuero salió rozando el palo izquierdo del arco visitante. El albanés perdonó pero no Las Palmas, que en una acción a balón parado, recortó distancias en el 50’. Lo hizo Coco con un remate de cabeza sin apenas saltar tras marcharse de la tímida marca de Bodiger.

El tanto de Coco metió de lleno a los canarios en el encuentro

Había partido. Los canarios, si hacer nada del otro mundo, se metieron de lleno en el partido. Pero el Granada CF no se amilanó y tuvo dos claras ocasiones de gol. Por un lado Quini, tras recortar en el área que disparó con la zurda haciendo que Valles se desquitara del error del primer gol y, posteriormente, Puertas con la zurda en el segundo palo que envió alto de volea.

El gol animó tanto a los aficionados visitantes como al cuadro ‘pío pío’, que comenzó a dominar. Las llegadas fueron numerosas y, en todas de ellas, Raúl Fernández estuvo espectacular. En dos de ellas, la acción no valió por fuera de juego pero en la tercera, a disparo de Álvaro Giménez, evitó el empate en el 67’. La lesión de Petrovic obligó a cambiar al serbio, que hizo un gran partido, y aprovechó también Paco López para retirar a Callejón y darle minutos a Soro.

Tres centrales

Posteriormente dio entrada a ‘los Víctor’, Meseguer y Díaz, y el Granada CF pasó a jugar con tres centrales. Y es que el choque se estaba jugando completamente en campo local y, al menos, había que acumular hombres en la fase defensiva para evitar la filtración de pases interiores, en especial de la tripleta formada por Moleiro, Viera y Pejiño.

Tocaba sufrir pero el internacional Vitolo, a cuatro minutos de que se cumpliera el tiempo reglamentario, echó un cable con una absurda entrada sobre Bryan Zaragoza que hizo que García Verdura lo expulsara con roja directa. Un respiro pero aún restaba el tiempo de descuento. Seis minutos de sufrimiento en los que Los Cármenes se levantó para apoyar a su equipo y darle alas sobre todo tras una falta lateral botada por Viera que Marvin, en boca de gol, no acertó a introducir en las mallas. Fue la última acción en una recta final en la que los de Paco López demostraron tener un gran oficio, apenas dejaron jugar y sumaron tres nuevos puntos importantísimos que les permite regresar a puestos de ascenso directo. La instalación del Zaidín sigue siendo un fortín y vivió unas de esa grandes tardes. Restan seis partidos. Qué pena no sean todos en casa.