Granada CF: el punto, el delantero y el Consejo Asesor

El Granada ya carbura. Tras seis desastrosas jornadas iniciales, ahora funciona. La diferencia entre el antes y el después es que compite. No es poco. Es capaz de plantar cara al rival, de ser superior o, al menos, de no ser inferior. Lo demuestra en el Nuevo Los Cármenes y como visitante. El resultado es que no pierde. Puede ganar o empatar, pero puntúa, y lo hace de forma justa.

Lleva razón Pacheta cuando habla de no mirar la clasificación, claramente condicionada por el fatal comienzo de curso. Con un inicio normal, el Granada estaría ahora cerca de la cabeza. Pero eso no vale, es lo de la abuela y la bicicleta. Los puntos son los que son por méritos propios. Lo bueno es que esto no ha hecho más que empezar, que la temporada es larguísima, que la igualdad es máxima y que de seguir así el crecimiento en la tabla llegará.

Lo mejor del Granada en sus últimas comparecencias es la defensa, con porteros que paran, zagueros que destacan y un bloque sólido a partir del trivote en la medular que da empaque y seguridad. Todo lo contrario que al principio. El punto de mejora, claramente, está ahora en el ataque, condicionado por el flojísimo papel de los delanteros del equipo.

Sin Bouldini, al que aún no se puede evaluar de forma justa por sus ausencias, aunque todos tenemos claro que no es Romario, el papel de Pascual como delantero es decepcionante. Pacheta lo defiende, pero su incapacidad en el campo es difícil de justificar. Ojalá con el paso del tiempo calle muchas bocas, la mía la primera. Faye ni vale ni rinde para jugar de punta. Afrontar una temporada con este panorama arriba es un desatino grandísimo, otro más, de los que ficharon en verano.

El Granada anunció días atrás los elegidos para formar parte del Consejo Asesor de la entidad, un organismo cuya reciente creación es una de las medidas adoptadas por el club para acercarse a la sociedad granadina.

Entre los diez representantes designados hay personas pertenecientes a cuatro gremios locales: la abogacía, el comercio, la hostelería y el periodismo. Sorprende sobremanera que mientras los tres primeros elegidos pertenecen a colectivos que representan a un elevado número de esos profesionales (Colegio de Abogados de Granada, Cámara de Comercio de Granada y Federación Provincial de Empresas de Hostelería y Turismo de Granada), el periodista elegido es el director de un medio específico.

Una vez más, el Granada comete un error burdo y grosero. No por elegir a este periodista en concreto, de cuya valía y capacidad no se puede dudar, al menos por parte del que escribe estas líneas, sino por no hacer con los periodistas lo mismo que con los abogados, los comerciantes o los hosteleros. Es decir, designar a un representante de la Asociación Granadina de Periodistas Deportivos (AGPD).

Llama la atención el menosprecio y el ninguneo a una AGPD que es un referente a nivel nacional en este tipo de organizaciones y que cuenta con más de cien asociados pertenecientes a todos los medios de comunicación de Granada y su provincia. Como no podía ser de otra forma, tras las quejas de muchos de sus asociados, el colectivo ha hecho público un manifiesto mostrando su malestar por lo ocurrido.

El Granada es un club privado que hace lo que quiere, que actúa como quiere y que elige a los que quiere, faltaría más. Pero es necesario decir que en ese loable acercamiento a la sociedad granadina que pretende llevar a cabo, mejor tarde que nunca, no puede patinar de esa forma. Si no contar con la AGPD ha sido por un descuido o un despiste, es un fallo mayúsculo e incomprensible que evidencia lo que todo el mundo sabe, que es la incompetencia de los que toman decisiones en el Granada; si se ha hecho de forma deliberada y consciente, es un menosprecio injustificado y denunciable públicamente hacia todos los periodistas deportivos de Granada.

Otro día hablamos de la paridad de género en ese Consejo Rector donde no hay ningún representante de una AGPD cuya presidencia ostenta una mujer.