Granada CF y Valencia recuperan este jueves el partido de la jornada 26 en LaLiga aplazado en febrero, choque que para los locales supone una de sus últimas balas en su pelea por acercarse a la permanencia y para el equipo che una buena oportunidad de recortar distancias con las plazas europeas. ç

El choque a disputar en el Nuevo Los Cármenes, que pone al día LaLiga, se aplazó hace más de un mes por el terrible incendio ocurrido en el barrio de Campanar de Valencia y se juega ahora aprovechando que el próximo fin de semana no hay competición doméstica por la disputa de la final de la Copa del Rey.

El Granada CF llega al partido en una situación muy comprometida, ya que sus últimos malos resultados le han colocado a catorce puntos de la zona de la permanencia; y nadie en el entorno rojiblanco cree en las opciones de salvación de los suyos pese a que tras este partido aún le quedarán ocho jornadas de liga.

De hecho, todo lo que sea no ganar significaría para el Granada un descenso prácticamente virtual que puede ser matemático dentro de sólo un par de jornadas. El duelo supondrá el regreso de José Ramón Sandoval al banquillo rojiblanco. El técnico madrileño tiene para el partido la duda de sus dos delanteros principales: el argentino Lucas Boyé y el albanés Myrto Uzuni, ambos con problemas físicos que apenas le han permitido entrenarse en los últimos días.