Cádiz-Granada La crónica

Viernes de Crucifixión del Granada en Cádiz

  • El estreno de Sandoval no sirve para cambiar la mala dinámica de los rojiblancos, que pierden por la mínima (1-0) en el Nuevo Mirandilla y rubrican su sentencia de descenso

Melendo persigue a un jugador del Cádiz en el partido de este viernes

Melendo persigue a un jugador del Cádiz en el partido de este viernes / Efe (Cádiz)

Viernes de Crucifixión para el Granada en Cádiz. El estreno de Sandoval no sirvió para resucitar, sino para apuntalar con más puntillas la cruz que el equipo lleva a cuestas esta temporada, para dar otro paso de gigante hacia la Segunda División.

No hubo ni reacción, ni ímpetu. No hubo ni fe, ni creencia. Este Granada está muertísimo y no es capaz ni de plantar cara a otro de los equipos que, seguramente, le acompañe a final de temporada a la categoría de plata.

En cada partido se juega la vida, pero la sensación es que disputa amistosos. Es indescriptible la impotencia que transmite el equipo, similar a la que sienten sus aficionados cuando ven los partidos.

Dos novedades claras mostró de inicio el Granada de José Ramón Sandoval en su planteamiento. La primera fue apostar por una defensa de cinco y la segunda jugar sin extremos, poblando el once de centrocampistas.

Miguel Rubio completó la defensa habitual de la era Medina formada por Ricard, Bruno Méndez, Ignasi Miquel y Carlos Neva, en una zaga de tres centrales y dos carrileros.

Esa presencia de laterales largos en el once hizo que se quedaran en el banco tanto Pellistri como Jozwiak, extremos en los últimos partidos. Se juntaron en la alineación muchos medios, varios de ellos jugones, como Hongla, Sergio Ruiz, Melendo y Gonzalo Villar, quedando Lucas Boyé como único atacante, con el tocado Uzuni en el banquillo.

El Cádiz, con su 1-4-4-2 y varios cambios en su once como la entrada de Chris Ramos arriba, dominó el partido en el primer tiempo ante un Granada que no fue capaz ni de tener la pelota no de acercarse con peligro a la portería de Ledesma.

Con todo, la primera llegada, y casi única de los rojiblancos en el primer tiempo, fue un remate de primeras de Ricard en el minuto 3 que no causó problemas en el meta argentino de los locales.

El Cádiz fue monopolizando la posesión de balón con el paso de los minutos ante un Granada con escaso protagonismo de sus muchos centrocampistas y perdedor de los duelos en casi todas las partes del campo.

No hubo ninguna ocasión clarísima de los amarillos, pero sí varios acercamientos peligrosos, el primero en el minuto 9 en un córner peinado por Fali sin rematador en el segundo palo.

Al cuarto remató de cabeza de Chris Ramos a las manos de Batalla. Antes, había pedido penalti el Cádiz, en concreto de Lucas Boyé a Rubén Sobrino por empujón en el área

Se fue arriba el Granada con una volea difícil de Gonzalo Villar tras centro de Ricard, aunque el equipo era demasiado vertical y perdía muy rápido el balón.

La media vuelta de Juanmi en el área acabó con el balón en las manos de Batalla en los minutos en que más fácilmente llegaba el Cádiz al área.

Luego hubo otra jugada de Robert Navarro, demasiado suelto en el primer tiempo, con una parada de Batalla abajo, y un remate de cabeza de Juanmi fuera, acabando el primer tiempo con una peinada de Lucas Boyé a las manos de Ledesma.

La segunda parte comenzó con dos cambios lógicos en el Granada. Fueron las entradas de Gumbau y de Pellistri por Hongla y Gonzalo Villar, que pasaron con más pena que gloria por el choque. Melendo se volcó ahora a la izquierda para dejar la derecha al uruguayo.

Segundo tiempo

El guion del partido no varió, con el Cádiz mandando y el Granada muy a la expectativa. Lo que sí cambió fue el acierto de los locales, que metió para dentro la primera ocasión que tuvo.

Fue en el minuto 50 cuando Rubén Alcaraz puso el balón en el área mientras salía la zaga y Robert Navarro bajó el balón a la perfección para ponerlo en la escuadra de la meta de Batalla, con Carlos Neva rompiendo el fuera de juego.

El 1-0 provocó que el Granada, al menos, igualara desde entonces el dominio en el partido, aunque las ocasiones seguían brillando por su ausencia. El chut de Gumbau se fue casi al córner.

También hizo que Sandoval metiera dos cambios más: Corbeanu y Antonio Puertas por Ricard y Melendo, también inéditos los dos sustituidos. Cambió el Granada a un 1-4-4-2, con Bruno Méndez de lateral y Antonio Puertas arriba junto a Lucas Boyé.

Y llegaron, por fin, las ocasiones del Granada. Primero con una falta lanzada por Gumbau, con rechace de Ledesma y tiro fuera de Corbeanu. Y después con un balón suelto en el área que mandó a córner Álex Fernández tras no acertar a rematar Ignasi Miquel ni Antonio Puertas.

El Cádiz tenía espacios para correr y tanto Rubén Sobrino como Iza tuvieron el 2-0 en sus botas, mandando ambos sus remates fuera para comenzar un nuevo aluvión amarillo.

Después la tuvo Chris Ramos en un claro mano a mano ante Batalla del que salió ganador el meta argentino, salvador en cada partido del Granada.

A renglón seguido, en el minuto 79, marcó de cabeza Juanmi, pero el tanto fue anulado por falta previa de Chris Ramos ante Rubio. Y justo después tuvo el gol de nuevo el propio Chris Ramos.

Tuvo el empate en sus botas Bruno Méndez con un derechazo que no encontró portería por muy poco. Justo tras esa ocasión entró Callejón por Sergio Ruiz para agotar cambios en el Granada.

Trató de volcarse el Granada hasta el final, pero ya no tuvo ninguna ocasión más de gol. Otro esperpento en rojiblanco, otro paso hacia Segunda.

 

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