En el duelo ante el Real Oviedo, hubo una jugada que puso los pelos de punta a los aficionados más fieles del Granada CF. Esos que nunca abandonaron a su equipo y que vivieron en directo una jugada que marcó durante varias temporadas la trayectoria del club rojiblanco. Fue en la temporada 2002-2003, en concreto un 29 de junio, cuando el central Juanjo tocó hacia atrás de cabeza en envío en largo de un jugador del Quintanar del Rey. El veterano futbolista trató de ceder con la testa al guardameta José Luis con tan mala suerte que el balón se introdujo en su portería en el minuto 91 y evitó el ascenso del equipo entrenado en aquella ocasión por Chema Rodríguez a Segunda División B. Jamás la instalación del Zaidín estuvo tan en silencio como ese día.

El domingo, también en Los Cármenes, Víctor Díaz hizo algo similar pero esta vez con final feliz. No todos los presentes en el estadio recordaron esa acción, alguno incluso citó a ‘Pocholo’, que era como se le conocía a Juanjo, y del banquillo salió Manolo Lucena, el único integrante de aquel equipo que aún sigue en la entidad para animar a los jugadores. El actual delegado de equipo fue el que, en aquella ocasión, tocó el balón previamente en el partido frente a los conquenses antes de que le llegara a Juanjo y cediera sin mirar hacia atrás.

La permanencia

Han pasado casi 20 años y lo que en ese momento se vio como la puntilla para una entidad que pasaba por su estado más crítico, hoy en día es lo contrario y es todo optimismo. Tanto, que el triunfo ante el cuadro asturiano dio la permanencia en el fútbol profesional un año más. Aunque pueda parecer un dato baladí, no lo es. Los de Paco López son segundos en la tabla clasificatoria con 61 puntos. Restan 27 por jugar y la Sociedad Deportiva Ponferradina, el último equipo que bajaría a Primera RFEF, cuenta con 34, o lo que es lo mismo, el Granada CF le saca 27 puntos por lo que seguirá un año más en Segunda División...como mínimo. Para los muy estrictos, matemático no es porque el average entre ambos conjuntos está empatado.

Recursos

Es evidente que el objetivo no era la permanencia, ni mucho menos, y más con el poderío económico tras bajar y el límite salarial que posee el club presidido por Sophia Yang, muy superior al resto de integrantes de la categoría. Pero no ha sido la primera vez, ni será la última, que un equipo recién descendido de Primera termina bajando al año siguiente a la tercera categoría del fútbol español. Y es que seguir dentro de LaLiga ha permitido a la entidad nonagenaria cambiar su dinámica, crecer exponencialmente y contar con recursos poco menos que inimaginables hace dos décadas.

Callejón pugna con Dani Calvo en el duelo ante el Oviedo.

El sueño de esos 1.500 aficionados que acudían a presenciar los partidos de su equipo en Tercera División era volver algún día a Segunda División. Con eso, muchos se conformaban después de todo lo sufrido. Y son ya catorce los años que el Granada CF está en el fútbol profesional, y serán quince la próxima campaña, sea en LaLiga SmartBank o en LaLiga Santander. De pasar a depender económicamente en gran parte de los abonos y las entradas vendidas, ahora con los ingresos televisivos se ha llegado a contar con presupuestos de casi 90 millones de euros.

La pertenencia a la LFP garantiza unos ingresos que han hecho que el club haya crecido exponencialmente

Se cuenta con una Ciudad Deportiva en la que algún día comenzarán las obras de ampliación tras multitud de promesas, y se quiere contar con la concesión de Los Cármenes por más de tres décadas para poder emplear ahí los Fondos CVC, ahora llamada LaLiga Impulso, que no es más que un crédito con el respaldo de la patronal de los clubes. El fútbol base se codea con los mejores, el equipo femenino cuenta con recursos que hace quince años no disponía y el número de trabajadores en la entidad ha hecho crecer a un club que pelea por regresar a la élite pero que seguirá una temporada más, como mínimo, en esa categoría que hace veinte años soñaban sus aficionados como algo inalcanzable.