‘Tan solo’ quedan 48 puntos para la permanencia del Granada CF
El Granada CF sumó un punto en Burgos que, en otras circunstancias, habría sido muy positivo. Pero lo cierto es que la necesidad por sumar para tratar de salir, no solo del farolillo rojo, sino de los puestos de descenso, hacen que el empate en El Plantío se antoje poco. Dos puntos de 18 posibles es un balance muy pobre para el conjunto de Pacheta, que debe comenzar a plantearse llegar como se pueda a los 50 puntos para salvar una temporada que va a ser dura.
Si uno escucha las ruedas de prensa de los distintos entrenadores a los que se enfrentan los rojiblancos, tanto en las previas de los partidos como tras los mismos, se plantea si es que ellos ven algo que los demás no ven. Que si buena plantilla, que si un gran equipo...pero lo cierto es que la sensaciones que transmite este Granada CF no son para lanzar cohetes. El invento de comisión deportiva que se creó tras la marcha de Matteo Tognozzi, que ha firmado por el Rio Ave portugués, ha dejado un plantel con tan solo un delantero centro, Bouldini, porque Jorge Pascual está claro que no es una referencia ofensiva pues le gusta más bajar a recibir. Y eso, en una competición de 42 jornadas, es toda una temeridad.
Escaso peligro
Las consecuencias de esa planificación, que todos ven, se plasma en los partidos oficiales, en los que las ocasiones de peligro que generan los de Pacheta son escasas. Dos disparos a puerta, aunque uno de ellos iba a ser anulado por falta previa de Faye que el colegiado dejó seguir tras parada sin excesivos problemas de Cantero, fue el global de intentos peligrosos en El Plantío. Demasiado poco para intentar ganar los tres puntos. Y es que los rojiblancos no van sobrados de recursos ofensivos y si a ello sumamos un mal día de jugadores como Faye o Jorge Pascual, el problema se acrecenta.
Los cambios
El técnico se afana en buscar soluciones para cambiar la dinámica en la que se encuentra su equipo. En Burgos sentó a Loïc Williams en el banquillo, se supone que uno de los pilares de este equipo, para tratar de cortar la sangría de goles en contra. También volvió a darle una oportunidad a Luca Zidane, que esta vez estuvo a buen nivel. Ante los problemas gástricos de Sergio Ruiz, le dio la oportunidad a Rubén Alcaraz en la medular, al igual que a Hongla, que sigue con una actitud nada acorde con lo que se está jugando la entidad. Además, probó con Hormigo en el lateral zurdo, que dejó claro que la velocidad no es lo suyo, y situó a Sola de extremo, donde rindió mucho más y fue el mejor del equipo. Pero aún así, tampoco se ganó.
El vaso medio lleno
No obstante, está la opción de ver el vaso medio lleno y no medio vacío. Entre los puntos positivos de la cita en tierras burgalesas está el hecho de haberse puesto, en la sexta jornada, por fin por delante en el marcador por primera vez. Pero la alegría tan solo duró seis minutos. Otro aspecto positivo fue el liderazgo atrás que mostró Manu Lama, el dinamismo de Pedro Alemañ al menos en el primer tiempo, la intensidad de Álex Sola o los detalles de Luka Gagnidze con el balón en los pies aunque, en ocasiones, arriesgó en exceso. Además, son dos los partidos fuera de casa consecutivos en los que no han perdido. El que no se consuela es porque no quiere.
Los números
Pero los registros con Pacheta en el banquillo esta temporada dejan mucho que desear. Son ya once los partidos que ha dirigido entre pretemporada (4), amistosos (Trofeo del Olivo) y seis de Segunda División y el global no puede ser más negativo. Cero victorias, cuatro empates (dos de ellos en liga) y siete derrotas, con ocho goles a favor y 22 en contra. Casi nada. Ganar, al margen de los puntos en la competición doméstica, genera confianza en una plantilla muy joven que debe mejorar mucho su rendimiento para no sufrir esta campaña.
Arnaiz
Del choque en El Plantío se puede sacar otro dato significativo y es que dos de los futbolistas que más bagaje tienen en el fútbol profesional acumulan ya tres duelos sin ser titulares. Son los casos de Manu Trigueros, que ha jugado un minuto más el descuento ante el Leganés de los últimos 270, y José Arnaiz, el fichaje estrella de este verano que este pasado lunes no jugó y que en las dos últimas citas salió desde el banquillo. Eso lleva a plantearse su estado físico porque, sobre todo en el caso del ex de Osasuna, llegó como uno de los baluartes y, hasta el momento, ha demostrado poco.
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