Real Oviedo-Granada CF | Análisis táctico

El Granada CF pone de manifiesto su incapacidad para hacer gol a domicilio

Perea cuajó un horroroso partido en Oviedo.

Perea cuajó un horroroso partido en Oviedo. / Agencia LOF (Oviedo)

El Granada CF dijo adiós a la Copa del Rey. Jugando a domicilio, poco optimismo había para superar al Oviedo, que se encontró con un tanto tras un saque de esquina y se dedicó a defender su renta. Una vez más, los rojiblancos gozaron de ocasiones claras pero tuvieron el mismo acierto de siempre, o sea, ninguno.

Paco López salió de inicio con un once muy competitivo pese a realizar siete cambios con respecto al choque frente al Lugo. El no poder contar por sanción en la próxima jornada con Víctor Díaz y Miguel Rubio, al margen de la escasez de efectivos en el eje de la zaga, hizo que ambos repitieran como titulares junto a Petrovic en la medular y Jorge Molina en punta. La principal sorpresa fue que, ni siquiera en Copa del Rey, Matías Arezo jugó, dejando claro que su salida está muy próxima.

A diferencia del técnico valenciano, Álvaro Cervera apostó por una alineación con pocos habituales. Pero eso no fue óbice para que los ovetenses salieran decididos a por la eliminatoria y, a los ocho minutos, se adelantaron en el marcador por medio de Luengo en una jugada de estrategia. Ese arte que tan mal dominan los rojiblancos en ataque esta campaña. Sin duda, era el peor escenario para pasar de ronda. Porque si por en destacan los equipos de Cervera es por ser muy sólidos defensivamente.

Costó

En ese escenario les costó a los rojiblancos llegar al área de Tomeu Nadal. Lo más destacado fue un disparo de Quini que se marchó fuera. La movilidad de Soro dio cierta claridad a la fase ofensiva de los granadinos, pero fue Bryan Zaragoza el que llevó todo el peligro desde la banda derecha. El malagueño, que se torció el tobillo y que tuvo problemas con el agarre de sus botas, generó muchos problemas a la zaga asturiana. Suyas fueron las mejores acciones, en especial un remate tras recortar pasada la media hora pero disparó muy flojo con la zurda a las manos de Nadal.

Más balón

El Oviedo tenía muy poco el balón. Tampoco lo quería. Pero una vez más, la posesión de los de Paco López no se tradujo en claras ocasiones de gol. Jorge Molina jugó demasiado de espaldas al arco rival, Perea apenas participaba y a Petrovic le costó pisar el área contraria teniendo en cuenta que esta vez estaba escoltado por Bodiger. Por el contrario, los oventenses se dedicaron a defender y tratar de sorprender a la contra. Y casi lo consiguen con una pérdida de Perea que se durmió tras el control y casi le cuesta al Granada CF el segundo tanto. Los espacios que dejaron atrás los de López pudo suponer más de un disgusto antes del descanso, al que se llegó con 1-0 pero con malas sensaciones pues había que mejorar mucho para, como mínimo, empatar la eliminatoria.

Mueve ficha

El ir por detrás en el marcador obligó a Paco López a buscar soluciones en su banquillo. Al descanso dejó en los vestuarios a Bodiger y Perea para dar entrada a Callejón y Rochina. Eso supuso jugar con tres arriba (el motrileño, Bryan y Jorge Molina), con un trivote con Petrovic en el eje ayudado por Rochina y Soro. Precisamente el maño tuvo una clara oportunidad en el arranque que a punto estuvo de empatar pero Nadal tiró de reflejos y envió con la mano izquierda el disparo a córner.

Poca profundidad

Sin Ricard y ni Carlos Neva en el campo, los laterales sorprendieron muy poco desdoblándose por banda y eso provocó tener muy poca profundidad en los flancos. En especial por la izquierda, en la que Jonathan Silva apenas se atrevió a incorporarse al ataque. Y en una de las pocas acciones que tuvo, generó peligró, pero percutió muy poco.

Mereció más

Una vez más, los rojiblancos merecieron más. Al margen de la ocasión de Soro antes mencionada, Callejón tuvo una clarísima que el portero del cuadro asturiano salvó con el pie. Posteriormente se quitó de encima un remate de Jorge Molina que le salió muy centrado. Una vez más, el desacierto ante el gol lejos de Los Cármenes estuvo presente.

Más cambios

En su desesperación por tratar de cambiar la dinámica de su equipo, entró en el campo Uzuni además de Sergio Ruiz. La tripleta atacante habitual tampoco solucionó el serio problema que tiene este equipo a domicilio. Y para colmo de males, Miguel Rubio volvió a ser expulsado. Todo salió mal...una vez más.

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