En todos los equipos de los distintos deportes hay jugadores que por su carácter y personalidad conectan la grada. El Granada CF no es una excepción y cuenta en su plantilla con varios futbolistas a los que la afición le tiene especial cariño. Uno de ellos es Ricard Sánchez, artífice del tanto del triunfo en el último minuto ante el Real Oviedo que otorgó a los rojiblancos tres puntos importantísimos y que desde su lesión muscular ha regresado a tope.

El lateral catalán, que tiene ficha con el filial, se ha ganado el cariño de los seguidores granadinistas pese a que era un auténtico desconocido para el gran público. Tras debutar con el Atlético de Madrid en febrero de 2021 en Primera División ante el Levante, fue firmado al término de dicha temporada por cuatro campañas. Su juventud y proyección hizo que la dirección deportiva lo cediera al Lugo el pasado curso, donde se convirtió en una de las revelaciones de LaLiga SmartBank sobre todo gracias a sus numerosos pases de gol.

Un fijo

El descenso del Granada CF a Segunda División y su buen rendimiento en tierras lucenses le permitió hacerse con un hueco en el plantel de Aitor Karanka y se ha convertido en el dueño del lateral derecho tanto con el técnico vasco como con Paco López tras la destitución del primero. El tarraconense, muy activo en las redes sociales donde hace concursos y está en continuo contacto con sus seguidores, ha demostrado con su calidad que la banda diestra rojiblanca puede ser suya por muchos años.

Es el segundo jugador que más minutos ha jugado

Hasta que se lesionó en la jornada 28 frente al Huesca, se había convertido en un un fijo en el once inicial. Tan sólo se perdió un encuentro, en la séptima fecha del calendario ante la Unión Deportiva Las Palmas y fue por un motivo del que sentirse muy orgulloso. Fue citado con la Selección española sub 21 con la que debutó ante Rumanía ante la que jugó seis minutos más el descuento.

Ricard es abrazado por Raúl Fernández en Albacete.

Pero llegó la cita en El Alcoraz y sufrió una lesión en el isquiosural de su pierna derecha. Estuvo ausente tres jornadas, la primera de ellas también sancionado pues aprovechó cuando fue sustituido para limpiarse de amarillas forzando en tierras aragonesas la quinta al protestar una decisión arbitral estando ya en el banquillo. Tres partidos en los que su puesto lo ocupó Quini en los dos primeros antes de lesionarse y Víctor Díaz ante el Burgos.

Dos goles seguidos

Pero regresó ante la Ponferradina y lo ha hecho en plena forma. Ante los leoneses dio mucha profundidad a su banda pero fue en Albacete donde demostró todo su potencial. Cuajó un gran partido y trajo en jaque a su par. Le dio una asistencia a Uzuni en el primer tanto de los rojiblancos tras una cabalgada marca de la casa y en la segunda mitad hizo el 0-2 tras un pase de gol del albanés, que le devolvió el regalo del 0-1. En citas como las del Carlos Belmonte Ricard se crece. Y lo volvió a hacer ante el Oviedo.

Frente a los asturianos anotó el gol de la victoria que hizo estallar el Estadio Nuevo Los Cármenes con la celebración de un gol que puede valer mucho. Fue el tercero que anota en la presente temporada y es que su importancia en el juego ofensivo del Granada CF en notable. Ha disputado 2.274 minutos en los 29 encuentros en los que ha participado, en los que ha anotado tres goles y dado dos asistencias de gol. Además, en Copa del Rey sumó 77 minutos más en los duelos ante el Yeclano y el Oviedo marcando un nuevo tanto en tierras murcianas en el debut de Paco López en el banquillo. De hecho, tras Uzuni, está empatado en total de goles con Callejón y Jorge Molina.

Segundo más utilizado

Tras José Callejón, es el segundo jugador con más participación y es que a sus 22 años se trata de uno de los futbolistas más determinantes en su posición de una categoría que espera abandonar para regresar a Primera División y asentarse en la élite. El de Sant Jaume dels Domenys ha picado mucha piedra. Formado en el club de la localidad que le vio nacer, jugó en la cantera del Nástic de Tarragona antes de firmar por el FC Barcelona. Tras abandonar la cantera culé en edad juvenil se marchó al Atlético de Madrid que lo cedió al Toledo antes de ser firmado por Pep Boada para el cuadro rojiblanco que lo prestó al Lugo donde hizo ‘la mili’. Ahora es indiscutible y muy querido tanto en el vestuario como por la afición.