Un inconsciente Ricard Sánchez duró cuatro minutos en el campo

Granada/El Granada salió vivo de El Alcoraz y con un punto en el bolsillo. Un empate que hubiera podido ser perfectamente una victoria si los rojiblancos no hubieran estado toda la segunda parte con uno menos, porque hicieron méritos de sobra y compitieron con mucha honra a pesar de la inferioridad. Todo esto son suposiciones, porque desde el 45' los de Escribá fueron 10 por culpa de la 'autoexpulsión' de Ricard Sánchez.

Segundos después de su entrada al césped, obligada por la lesión de Carlos Neva, el lateral derecho respondió con un rodillazo por detrás a Patrick Soko durante un saque de banda, tras un empujón previo del camerunés, quien también soltó el brazo antes. La acción no pasó desapercibida para el árbitro, que la sancionó con una lógica tarjeta roja cuando ya se estaba echando el silbato a la boca para mandar a los dos equipos a vestuarios.

El lateral pecó de la 'calentura' e inexperiencia que puede llegar a tener un jugador amateur en un partido entre facultades en el campus de Cartuja, pero que ni de lejos puede permitirse un futbolista profesional de Segunda División y menos todavía llevando cuatro minutos sobre el campo y con tu equipo sin laterales. Patidifuso se quedó el propio lateral al percatarse de que había caído en la trampa de un Soko que salió indemne del 'altercado', incluso con los jugadores del Huesca preguntándole al rojiblanco que que le estaba recriminando al colegiado Fuentes Molina, porque la agresión fue clara y visible:

Condicionado por la roja, Escribá se vio obligado a responder a ella modificando el sistema y sacrificando parte de las posibilidades ofensivas del Granada, que igualmente sacó orgullo y compitió siendo liderados por un Lucas Boyé que está cogiendo los galones que se le requerían tras la marcha de Uzuni.

Poco después del encuentro, el lateral aprovechó sus redes sociales para pedir disculpas:

"Después de lo sucedido hoy, quiero pedir disculpas de todo corazón a la afición, a mis compañeros y al club por mi comportamiento que fue completamente inapropiado. Soy consciente de que no estuve a la altura y perjudiqué al equipo dejándolos con 10 toda la segunda parte, algo que me duele muchísimo. Asumo toda la responsabilidad de mis actos. Prometo aprender de estos fallos para que no se repitan y trabajaré como nunca para devolver la confianza a mis compañeros a los que hoy he dañado con mis actos imprudentes", publicó en Instagram.