Los 16 árboles que crecen en la polémica de la Avenida de Cervantes
El Ayuntamiento de Granada defiende que la reurbanización sumará más sombra y espacios peatonales pese a las críticas vecinales y de la oposición
Ofensiva de los vecinos de Cervantes contra la reforma de su avenida: líneas rojas, paralización cautelar y recurso a la Fiscalía
La obra de remodelación de la Avenida de Cervantes ha vuelto a levantar polémica, en esta ocasión no in situ a cargo de los vecinos sino en el seno de propio Ayuntamiento de Granada. La Comisión de Urbanismo celebrada este lunes en el Salón de Plenos era el escenario en el que el grupo municipal socialista manifestaba su malestar por el proyecto de obras, que fue sacado a licitación a finales del mes de julio por el Consistorio con un presupuesto base de 3,4 millones de euros. La pérdida de árboles ha vuelto a ser el eje central de la discusión que enzarzaba al concejal de Urbanismo, Enrique Catalina, con la oposición, pero no el único escollo a salvar.
Frente a las críticas por una presunta tala indiscriminada, el concejal de Cultura ha defendido que el proyecto no solo no reducirá la masa verde, sino que permitirá aumentarla: "La avenida pasará de tener 101 a 117 árboles, es decir, 16 más que en la actualidad", subrayó durante su intervención en la última comisión municipal.
Según Catalina, los estudios técnicos realizados por empresas externas y por el propio personal municipal concluyen que de los 101 árboles actuales, seis se encuentran secos o en mal estado y suponen un riesgo de caída de ramas, y otros trece presentan un desarrollo deficiente que impide que crezcan adecuadamente o lleguen a proporcionar sombra. "No hablamos de tala masiva. Hablamos de sustituir ejemplares enfermos o condenados a no prosperar por árboles nuevos, plantados con suelo estructural para que desarrollen bien sus raíces y puedan crecer sanos", aclaró.
Renovación urbana con más sombra
El proyecto contempla la renovación completa de la vía, incluida la red de abastecimiento y saneamiento, y la ampliación de aceras para dar prioridad al peatón, siguiendo el modelo de otras calles reurbanizadas recientemente en la ciudad. La actuación incorporará además un parque infantil en la mediana central, una de las demandas vecinales históricas, y reorganizará el tráfico para recuperar espacio peatonal y dinamizar el comercio de proximidad.
"Queremos que esta avenida gane en calidad urbana, que sea más amable para pasear, para vivir y para comprar", explicó el concejal, que destacó que se ha intentado consensuar cada paso con el vecindario. "Esta es la obra de la que más se ha informado", contestaba ante la acusación de oscurantismo. "En esta fase de obra es cuando puede hacerse esa renovación del arbolado con todas las garantías, porque se puede excavar y colocar el suelo estructural que dará espacio al crecimiento de las raíces. Si se pospone, esos árboles no prosperarán nunca", insistió.
Catalina aseguró que el resultado final será una masa arbórea más joven, sana y capaz de dar sombra en pocos años, que convertirá a la avenida en un referente de bulevar arbolado. "Seis ejemplares se retirarán por motivos de seguridad y se plantarán 23 nuevos en total, lo que permitirá cerrar la obra con 117 árboles: 16 más que hoy", resumió, convencido de que "la calle, el comercio y el barrio entero saldrán ganando".
Las obras, actualmente en fase de adjudicación supondrán la transformación completa de una de las principales arterias del centro sur de Granada y tendrán una duración de un año. El Ayuntamiento espera que los trabajos concluyan en plazo y devuelvan a la avenida su papel como paseo verde y eje de vida de barrio, ahora con más sombra y más árboles.
Polémica
Desde que se dio a conocer, los vecinos del barrio han organizado varios actos de protesta para defender el arbolado. El PSOE ya exigió la semana pasada la paralización inmediata del proyecto actual y la apertura de un proceso de negociación y participación en el que se plasmen las necesidades del barrio. Los socialistas reclaman la preservación de los espacios comunitarios y el arbolado; que se tengan en cuenta las sugerencias del comercio de proximidad; o la mejora de la movilidad sin perjuicio a los residentes.
La ofensiva que se ha iniciado este verano contra el proyecto de remodelación de esta arteria principal del barrio y que el Ayuntamiento anunció que se iniciaría tras las vacaciones se inició contra la tala de algunos árboles pero sumó luego más líneas rojas, como la eliminación del vial secundario, que los vecinos piden mantener para seguir con su vida de barrio. Incluso han denunciado el ocultamiento de que debajo hay amianto, con sus efectos nocivos para la salud.
Tras las protestas vecinales, el asunto llegó a la Fiscalía a través de Podemos, que ha interpuesto una denuncia amparándose en la falta de un Estudio de Impacto Ambiental del proyecto y los posibles peligros para la salud tanto de los trabajadores como de los granadinos.
La denuncia, interpuesta contra Enrique Catalina, concejal de Urbanismo en la capital, argumenta que la documentación de la licitación no incluye un Estudio de Impacto Ambiental que debe estar incluido obligatoriamente "en una licitación de obra con afección sobre ambiente", especialmente cuando "el promotor es un ayuntamiento y está prevista la tala masiva de árboles", algo que cobra también más riesgo en una ciudad como Granada, considera el partido, con "niveles críticos de contaminación".
Según lo explicado por Enrique Catalina durante su intervención, tras la remodelación de la Avenida de Cervantes no se perderán plazas de aparcamiento respecto a la situación actual, sino todo lo contrario (incluso podrían ganarse un par de ellas en la vía principal) gracias a la reorganización del tráfico y el aparcamiento en calles limítrofes.
En lo que respecta a la cuestón del amianto, aclaró que en la obra de reurbanización de la Avenida de Cervantes, como en otras zonas de Granada, se aprovechará para sustituir las antiguas tuberías que aún contienen este material por redes modernas de fibrocemento sin ese componente, como parte de la renovación completa de las infraestructuras subterráneas.
El concejal insistió en que no existe riesgo para la salud pública, porque el amianto no supone peligro mientras no se manipula de forma inadecuada, y que la retirada estará controlada y regulada según los protocolos de seguridad y los pliegos de condiciones de la obra.
También señaló que este tipo de sustitución es habitual en toda la ciudad, no solo en Cervantes, y que la empresa Emasagra lleva décadas realizando este tipo de actuaciones sin incidencias sanitarias.
Otros asuntos
En la misma comisión municipal en la que se abordó este proyecto, también se aprobó de forma definitiva la innovación del Catálogo del Plan Especial Centro, lo que permitirá la construcción de viviendas en el inmueble de la calle Padre Alcover número 16, así como la innovación del PGOU para la inclusión de la casa-pozo de Santa Clara en el inventario de edificaciones rústicas y en el catálogo patrimonial.
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