La previsión era que el Plan Director de la Alhambra, el documento estratégico que se creó para revolucionar los sistemas de gestión y funcionamiento del monumento, finalizase su vigencia en 2015. En su momento, el panorama económico modificó el planteamiento inicial y el texto, que se aprobó en 2007, extendió su margen de actuación  -las más de 150 medidas que contemplaba- hasta 2020. Un encargo de la anterior directora del Patronato de la Alhambra y el Generalife, Rocío Díaz, contó con el mismo equipo redactor para realizar una revisión del mismo que ha permitido su pervivencia hasta este 2023. Pero el nuevo responsable del monumento nazarí, Rodrigo Ruiz-Jiménez, considera fundamental la elaboración de un nuevo Plan Director y ya ha dado los primeros pasos en este sentido. 

"Lo siguiente que tenemos que hacer es, dentro del Patronato, generar esos espacios de diálogo sobre el documento: hay que sentarse y ver cómo ha sido el plan, qué partes siguen siendo aplicables y cuáles no, porque el contexto no ha cambiado. Por ejemplo, en tema del paisaje y la Alhambra habrá pocos cambios pero, en la visita pública a la Alhambra, ¿tenemos las mismas expectativas como sociedad con respecto al turismo que teníamos en 2010? Habrá que hacer una reflexión muy importante", explica Ruiz-Jiménez.  

El director del monumento baraja varias fórmulas llevar a cabo ese análisis. "Lo podríamos hacer en plan gran multinacional americana: contratar consultores, hacer un taller interno y preparar así una estrategia". "Yo creo que la Alhambra merece un nuevo sistema de gestión generado por consenso. Hay que atraer al debate a los mayores expertos del mundo. Lo que vamos a hacer son simposios sobre los elementos clave y los más críticos del Plan Director y que estos expertos aporten las reflexiones más avanzadas. Hacerlo en un simposio es importante porque genera transparencia y debate", detalla Ruiz-Jiménez. 

Para el máximo responsable de la Alhambra también es importante contar con los grandes pensadores que hay en Granada, un grupo que "se articulan en torno a la UGR". "Lo lógico es que estén ellos y completemos este debate con la sociedad granadina, que son los dueños del monumento. De ahí sacaremos las líneas maestras que se plasmarán en un plan director, que debe de tener carácter normativo".

El director advierte que ese documento guiará su trabajo y "el de los gestores que vengan detrás". "Ojalá yo lo vea redactado porque esta es una labor de más de uno y de dos años. Mi misión es esa, dejarlo hecho. Eso sería la gran forma de estructurar la estrategia y es lo que queremos hacer con ese procedimiento que es lento pero firme".

Ese documento funcionaría, por tanto, como la "operativa" de trabajo en la Alhambra y debe ser fruto de la meditación pero también es necesario acortar los plazos lo máximo posible. "No podemos estar año y medio con simposios y mirando al techo". En ese sentido, el autor del documento actual, el arquitecto granadino Pedro Salmerón -actualmente ya retirado pero vinculado al patrimonio granadino y a la Alhambra como asesor en proyectos- cree que este nuevo Plan Director, al basarse en otro ya existente, tendría un periodo de redacción más corto. "En el anterior se partía de cero y se tardó tres años. Este podría redactarse en un año", comenta desde un punto de vista técnico, aunque es consciente que los plazos institucionales para todos los procedimientos administrativos alargan los tiempos. 

Buena base

En ese sentido, el director señala la extraordinaria ventaja que supone partir de un Plan Director como el elaborado en 2007 porque permitirá al equipo redactor del siguiente mirar a los nuevos horizontes "sobre hombros de gigantes". "Creo que fue un hito en el mundo de la conservación que ha servido de modelo para muchos planes directores en toda latinoamérica. Y hay que construir sobre las cosas buenas del pasado. Creo que es un punto de partida fantástico porque hay elementos cuyo contexto y reflexiones fundamentales son totalmente aplicables a esta época que se tienen que mantener. Habrá otras cosas que hay que añadir y otras que ya no serán relevantes. El replanteamiento es completo, integral, pero desde el trabajo existente. Su autor ha hecho algo que es absolutamente generoso -y una propuesta inteligentísima por parte del que tuvo la idea de quien volvió a contratarlo- que es realizar una valoración del Plan Director para ver lo que había pasado en este tiempo". 

Por tanto, el punto partida es ese Plan Director de 2007, la actualización del mismo ya hecha por el equipo redactor tres lustros después y un trabajo de reflexión que Ruiz-Jiménez cree que puede surgir tanto de ese gran simposio como de un debate entre expertos. "Queremos irnos a un retiro en el que participaría la gente relevante del Patronato en esta cuestión y la que hizo el plan anterior y ahí determinar qué cosas podemos potenciar y qué cosas hacer falta construir desde cero o sencillamente actualizar".

Con este germen, se planteará un nuevo documento para guiar la gestión de la Alhambra y el Generalife. "Va a haber un nuevo Plan Director con partes que se van a construir sobre lo que ya está muy bien y cosas que se tengan que poner nuevas. Por ejemplo, todo el tema de sostenibilidad ya se entiende de otra manera distinta a la que se entendía antes", resume Rodrigo Ruiz-Jiménez.