Amenábar viste de largo 'Ágora' y recibe el aplauso de la crítica

El director de 'Mar adentro' presentó ayer fuera de concurso su quinto largometraje, un fresco histórico que indaga en el conflicto perpetuo entre razón e intolerancia

Alejandro Amenábar, junto a Rachel Weisz y Oscar Isaac en el estreno de 'Ágora' en el Festival de Cannes.
Efe / Cannes

18 de mayo 2009 - 05:00

El cineasta español Alejandro Amenábar desveló ayer en el Festival de Cannes Agora, su filme "más ambicioso", que calificó de un "viaje de exploración al pasado" y del que aseguró que "no es fácilmente clasificable". La película fue exhibida fuera de competición, dentro de la selección oficial del festival, y fue recibida con aplausos por prensa y críticos presentes en su primer pase, en la que es la primera participación del director en este evento. Amenábar confesó sentirse como "un niño con zapatos nuevos" por su estreno en Cannes, la primera oportunidad de ver la reacción del público ante una película que, a pesar de ser tan ambiciosa dentro de su carrera, "no ha sido traumática".

Agora, un peplum situado en la Alejandría dominada por las tensiones entre cristianos y judíos, durante la decadencia del control del Imperio romano, plantea en largometraje (141 minutos) el conflicto entre la razón y la intolerancia. La película "cuenta el momento en el que los cristianos comienzan a ser perseguidores", lo que aleja la propuesta del cineasta español de origen chileno del tratamiento habitual de los primeros seguidores de Jesús en los convulsos años del declive de Roma en su imperio oriental. "Está a medio camino a lo comercial, pero es muy personal", declaró Aménabar a la prensa española antes de la proyección del filme, rodado en inglés y protagonizado por la actriz Rachel Weisz (El jardinero fiel, My blueberry nights) en el papel de Hipatia. Completan el reparto, dominado por actores británicos, Max Minghella (Syriana), Oscar Isaac (Body of lies), Ashraf Barhom (The kingdom) y veteranos como Michael Lonsdale (La question humaine, The Trial).

En su quinto largometraje, Amenábar aseguró que ha intentado representar "dos mundos en crisis" y los conflictos surgidos en una sociedad "en desintegración" y añadió que aprecia paralelismos con la época actual. El director, que con Mar adentro (2004) obtuvo el Oscar a la mejor película extranjera, declaró además no tener "la menor distancia" y "no sentir nada" al ver el filme terminado puesto que ahora se fija en detalles mientras llega la opinión de espectadores y críticos.

Rodada en Malta con producción de Mod-Himenóptero-Telecinco Cinema, la cinta ha costado 50 millones de euros. Respecto a si esta circunstancia responde a una mejor coyuntura del cine español, Amenábar aseguró junto a La Croisette, que la selección para Cannes ha sido "fruto de la casualidad, no síntoma de nada". Además de Ágora, en la selección oficial del festival este año, y en competición por la Palma de Oro, quedan por proyectar Los abrazos rotos, de Pedro Almodóvar, y Map of the sounds of Tokyo, de Isabel Coixet.

Por otra parte, la acción coreográfica del hongkonés Johnnie To se coló en la solemnidad de Cannes con Vengeance, protagonizada por el rockero y actor francés Johnny Hallyday, mientras el director filipino Brillante Mendoza compensó tamaña frivolidad con sadismo a tiempo real de Kinatay. La apabullante presencia del cine asiático en esta 62 edición del festival de Cannes sigue desvelando sus cartas y el as en la manga que guardaba Johnnie To para conquistar al público francés fue el ídolo local Johnny Hallyday, además de referentes a las películas de Jean-Pierre Nelville. "Me alegra esta interacción entre el cine francés y hongkonés y eso llevará mis películas a más gente. Espero que Vengeance sea el comienzo de una colaboración constante", reconoció el realizador.

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