Novedad literaria

Andrés Cárdenas: “He intentado ‘granadinizar’ el Camino de Santiago”

Andrés Cárdenas firma ejemplares de uno de sus ejemplares.

Andrés Cárdenas firma ejemplares de uno de sus ejemplares. / José Velasco / Photographerssports

Andrés Cárdenas, periodista y escritor nacido en Bailén pero que lleva muchos años viviendo en Granada, está a punto de cumplir 70 tacos de calendario. Ya jubilado, pero aun con ganas de escribir (es colaborador de Granada Hoy), en el año 2020 decidió atravesar andando España, desde Roncesvalles a Santiago de Compostela. Ochocientos y pico kilómetros que conforman el llamado Camino Francés. El coronavirus, que apareció de improviso el citado año, hizo que abandonara el trayecto cuando ya estaba en tierras burgalesas. Lo reanudó dos años después. Su condición de periodista le ha hecho viajar a muchas partes, pero nada parecido a esa vez que con 18 años se echó una mochila al hombro y con su amigo Eladio se fue a Ibiza a intentar comprender el mundo.

El que ha sido vagabundo alguna vez, lo será siempre. Así que ya con la vida resuelta y todo el pescado vendido, el virus del desasosiego tomó posesión de nuevo de su cuerpo y se atrevió a coger otra vez una mochila para andar un millón y medio de pasos que, entre otras cosas, le venía bien para rebajar la barriga cervecera y los niveles de colesterol. Noble propósito. Podría haberlo conseguido, pero a las dos o tres etapas descubrió que las barritas energéticas que le habían aconsejado tenían peor sabor que la morcilla de Burgos y los torreznos sorianos. Y que la cerveza del norte estaba tan buena como la cerveza del sur. Luego la pringá del cocido maragato, el botillo leonés y los filetones de ternera gallega consiguieron que en el cuerpo baqueteado del caminante se cumpliera la máxima de lo comido por lo servido. Al regresar a casa no quiso utilizar la báscula del cuarto de baño por si había sido uno de esos peregrinos que pesan más cuando llegan que cuando parten.

El libro, que lleva el título de De Granada a Compostela y que tiene de subtítulo El libro del Buen Chumino, se presenta esta tarde en la Biblioteca de Andalucía. Intervendrán en la presentación Antonio Castillo y Rafael Hernández, dos de los peregrinos que le han acompañado en la aventura.

Con el sentido del humor que le caracteriza, Cárdenas se ha sentado delante del ordenador para relatar sus experiencias en este camino, el más concurrido de los que llegan al lugar en donde se encuentra la tumba del Apóstol. Pero como ya hay miles de libros sobre el Camino de Santiago, él ha querido escribir algo diferente y ha visto todo con los ojos que un granadino-jienense que busca referencias de su tierra con aquella que pisa durante el trayecto. “He intentado granadinizar el Camino de Santiago, sacarle todas las referencias granadinas que hay en él”, dice.

Autor de algunos títulos de éxito en el territorio en donde discurre su vida, Cárdenas demuestra en tono humorístico que la descripción de un pasaje o el retrato costumbrista de un lugar del Camino, pueden convivir con un recuerdo personal, una anécdota divertida o una reflexión que invita a la búsqueda de uno mismo durante los ochocientos y pico de kilómetros que tiene el trayecto. Este inusitado peregrino que lleva a Granada y a Jaén siempre en su cabeza, encuentra en las caminatas y las conversaciones con otros peregrinos curiosas concomitancias de aquella parte de España con las provincias andaluzas de las que ha partido. El viaje lo hizo con otros amigos, también jubilados, que comparten su filosofía de que hay que saber sufrir en las largas caminatas, pero también regalarse el cuerpo con los pequeños placeres que ofrece la vida. “El Camino de Santiago es un como un libro, pero que hay que leer andando”, concluye después de su experiencia.

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