Antonina Rodrigo, investigadora y escritora

Antonina Rodrigo: "Darle vida a los libros es que el lector pueda conocer a ese escritor que a lo mejor admira"

Antonina Rodrigo inaugura la Feria del Libro de Granada con un pregón para la historia.

Antonina Rodrigo inaugura la Feria del Libro de Granada con un pregón para la historia.

Antonina Rodrigo (Granada, 1935) será investida en el mes de junio doctora Honoris Causa por la Universidad de Granada. A este discurso y al pregón que ofrecerá este viernes para inaugurar la 40 edición de la Feria del Libro de Granada cuenta que ha dedicado sus últimos esfuerzos durante este año, que califica como "malo" por varios contratiempos de salud que la han obligado a pasar por el hospital. Sin embargo, su entusiasmo permanece intacto. La escritora e investigadora sigue al pie del cañón dando conferencias, impartiendo cursos o escribiendo artículos, la actividad con la que siempre se ha ganado la vida porque la pensión que le ha quedado cuenta que no le da para mucho. Ella, que ha centrado casi toda su carrera en la defensa de los derechos de los menos favorecidos, de los obreros, los jornaleros... demuestra que es una trabajadora infatigable. Mientras anda con dos libros "al retortero", se mantiene también tan activa en la vida cultural como siempre: ayer mismo presentó la obra de una compañera y mañana hará lo propio con un dúo de aleluyas de Lorca y Mariana Pineda, dos de las figuras que han protagonizado buena parte de sus estudios. 

–Su pregón se centrará en repasar la historia de la ciudad y la literatura. Usted estuvo en aquella primera Feria del Libro de Granada, que cumple ahora 40 años y ahora se homenajea. ¿Qué recuerda de esa edición inaugural?

–Entonces era en el Corral del Carbón y resultaba muy recogida. En esta época en la que está Granada con ese cielo azul de primavera, aquello se llenaba de gente. Era muy vivo, había mucho color. Yo estuve con Antonio Ramos, que es muy amigo. Nos encontrábamos todos allí. En esos días pasó por la ciudad el célebre Agustí Centelles, de los mejores fotógrafos de la Guerra Civil. Nos retrató a Elena Martín Vivaldi y a mí. Creo que será una de las fotos que estará en la exposición conmemorativa de la Feria del Libro. Verdaderamente es una imagen muy bella. Yo estoy sentada en una silla de anea junto a una mesa con todos mis libros y ella está a mi lado. Era una feria maravillosa, no había columpios ni churros, había libros, que es lo que me gusta, y todo el mundo podía abrirlos, y leerlos y gozarlos. 

-¿Se convertía entonces en un punto de encuentro?

–Sí, cada uno teníamos una hora o dos, como siempre se hace, para firmar por la mañana o por la tarde. Quedábamos para vernos allí porque era un sitio muy céntrico y resultaba una novedad en Granada. Además, era muy bueno que la gente pudiera abrir los libros, que los manejara, preguntara por ellos aunque no los comprara. Yo en el pregón he querido acercarme a aquellos días pero con los personajes vivos de Granada, como es Mariana, Federico, Elena... La Calle Elvira, que ahora nos parece mentira que allí hubiese libros. 

-Quedó un resto hasta no hace mucho, una librería de viejo...

-Sí, eso es un resto de aquellos tiempos. Y en la capilla dedicada ahora a San Juan de Dios, hecha con mármoles y una reja muy bonita junto al arco, tenía él su tienda porque aquello era un paso de entrada y salida de gente que llegaba a Granada, sobre todo procedentes de Castilla.  

-¿Qué supone volver a la Feria cuarenta años después con novedades como el hecho de que sea festivo el día dedicado a Mariana Pineda?

-Eso es algo que hemos logrado entre todos los granadinos. Mariana y Federico son las dos figuras más universales de Granada. Ella muere en defensa de la libertad, en defensa de aquellos compañeros de causa que ella podía haber delatado y se hubiese librado de subir al patíbulo. Sin embargo prefiere guardar silencio. Además era una mujer culta, con  una vida intensa a pesar de morir con 26 años. 

-Y como autora feminista, pionera en la recuperación de tantas mujeres olvidadas y silenciadas. ¿Cree que le ha pasado el testigo a toda una generación?

-Hace unas semanas, en la radio, Mercedes Milá le preguntaba a Manuela Carmena, hablando de feminismo, sobre la persona que consideraba pionera en la lucha y ella dijo mi nombre. Yo no la conozco, incluso escribí en contra con el tema de una exposición de los campos de exterminio nazis en los que no aparecía ningún español. Es verdad que yo empecé muy pronto. Ahora hay muchas personas que escriben sobre la mujer, y bueno va aunque sea tarde. 

-¿Y cómo ve la evolución de la Feria?

-Esta Feria ya es historia. Lógicamente ha ido creciendo y el Corral se quedó pequeño. Cada año haya más casetas, que vengan más escritores a firmar, incluso del extranjero, es un aliciente.  Darle vida a los libros es que el lector pueda conocer a ese escritor que a lo mejor admira, ver su cara, que se lleve su firma... 

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