Primero el material y luego la forma. Ese ha sido en síntesis el proceso de recuperación de cuatro sombreros que lució Manuel de Falla y que se conservan en el centro del compositor en Granada: una chistera, un sombrero de hongo y dos de paseo, prendas que están unidas a la imagen de Manuel de Falla. El Ayuntamiento de Granada ha restaurado el lote tras acabar un exhaustivo trabajo previo de investigación sobre su manufactura, los materiales y la época de confección que han permitido remozar esta característica prenda del artista.

La concejal de Patrimonio de Granada, Eva Martín, presentó ayer el resultado de la intervención realizada en parte de los fondos del centro Manuel de Falla y expuestos en su carmen, una restauración que se enmarca en el Plan de Conservación del patrimonio municipal diseñado por el Ayuntamiento hasta 2023. El resultado tiene su punto de partida en el estudio inicial de las piezas para datarlos y conocer el procedimiento de confección, así como la evaluación de los daños y posibilidad de restauración.

Por la particularidad de las piezas y su valor, el trabajo lo ha realizado el único sombrerero en activo en Granada, Miguel De la Rosa Restoy, la tercera generación del oficio y artesano que compatibiliza su labor al frente de su establecimiento con labores como consultor, diseño de modelaje o formación profesional. Las etiquetas y los sellos interiores, unido a la documentación fotográfica, ha permitido a De la Rosa concretar la procedencia de los mismos: uno se compró en París, otro en Barcelona, pero también hay de procedencia granadina.

El sombrerero explica que el modelo hongo es un sombrero flexible, de fieltro y color negro y copa alta, y que uno de los de paseo es de paja flexible tipo panamá y color natural mientras el otro, de paja italiana modelo canotier, está sin teñir y lacado con resina vegetal. La última de las piezas es un sombrero de copa o chistera “estilo príncipe Alberto” en seda negra con brillo.

Los deterioros estaban motivados por factores medioambientales o alguna deformación superficial pero el sombrerero ha optado por establecer como criterio la mínima intervención. La edad de los sombreros y el estado de conservación han obligado al sombrerero a realizar un trabajo intermedio para recuperar las propiedades de los materiales que componen cada uno de los sombreros con rehidratación para evitar daños.

Para darles su aspecto original se ha utilizado el material fotográfico del Archivo Manuel de Falla y otras fuentes documentales que han permitido recuperar con precisión las características originales de los sombreros. Además, se han utilizado los instrumentos y técnicas originales con que fueron hechos en su momento esos sombreros para ajustarse a las normas sobre restauración y conservación del patrimonio artístico.