El Ballet Nacional de España estrenará esta noche en el marco del Festival Internacional de Música y Danza de Granada Negro-Goya, una producción "alejada de tópicos y de folclore" que busca retratar al último Goya, al más oscuro y sombrío que plasmaba en el lienzo los monstruos que habitaban su mente y la realidad de las 'dos Españas' que estaban enfrentadas.

Con música original de Enric Palomar y coreografías de José Antonio, director del Ballet Nacional, Negro-Goya supone un acercamiento "vanguardista" y con una "estética actual" al pintor que mejor dio testimonio de la realidad social de su país. "Quisimos dejar a un lado al Goya más conocido para centrarnos en el Goya más oscuro, en el Goya de Los caprichos, de Los desastres de la guerra o de El aquelarre. Para mí, Goya fue el primer gran pintor impresionista y fue portavoz del momento tan duro que se vivía en esa época. Es un personaje atemporal, cargado de símbolos y de fuerza", explicó ayer José Antonio.

Negro-Goya une en el escenario a personajes como el propio Goya, interpretado por Fernando Romero, y que refleja todos los monstruos oscuros que habitaban en la mente del genio hasta hacerle enloquecer. Junto a él, y como su perfecto contrapunto, Leocadia -puesta en escena por Elena Algado- que según el director de la compañía "es el personaje que pisa más la tierra", el personaje "más carnal" que lleva a Goya a su "inevitable exilio".

Miguel Ángel Espino, que desde 1986 no bailaba junto al Ballet Nacional, interpreta al Macho Cabrío, uno de los personajes con más fuerza en el escenario. Completa con sobriedad el elenco protagonista El Rey, a quien da vida Miguel A. Corbacho y que quiso destacar "el mundo abstracto y onírico" que se construye en torno a este Negro-Goya: "Creo que toda la obra se sintetiza en el grabado El sueño de la razón produce monstruos, una obra inquietante y llena de simbolismo", apuntó.

Josep Caballé-Domenech dirigirá esta noche a la Orquesta Ciudad de Granada (OCG) con una partitura que, según afirmó, "plasma con genialidad en notas lo que todos llevamos en la sangre". Buena parte de la culpa de eso la tiene Enric Palomar, quien se lanzó a la "aventura" de Negro-Goya tras muchas conversaciones con José Antonio que se remontan hace ya más de cuatro años.

"Pasé mi infancia en un pueblo muy cercano a Fuendetodos, el pueblo donde nació Goya, así que tuve una niñez ligada a un tipo de color, a un tipo de textura... muy propios de la última etapa de Goya. La idea de crear algo sobre estos años de pulso entre fantasía y realidad de Goya llevaba mucho tiempo rondándome la cabeza y cotejaba muchas formas de llevarla a cabo hasta que me encontré con José Antonio y le dimos cuerpo juntos. Lo bueno de Goya es que es un personaje totalmente atemporal que sirve para generar un encuentro con lo contemporáneo y dimensionarlo a estructuras de vanguardia", señaló.

El espectacular vestuario de esta obra, diseñado por Sonia Grande -que obtuvo un premio Goya por el vestuario de La niña de tus ojos- es otro de los grandes atractivos de este montaje, ya que está realizado artesanalmente con materiales que han sido tratados con látex y pintados a mano.

El estreno de Negro-Goya coincide con el 60 aniversario de los Festivales Internacionales de Granada y de Santander, donde también se pondrá en escena, y cuenta con el apoyo del Ministerio de Cultura y el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música.