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'Bastetania': aquellas pequeñas cosas de la Arqueología

  • Andrés Adroher dirige la nueva revista digital que quiere ser una herramienta para los investigadores

"Olviden toda idea acerca de ciudades perdidas, viajes exóticos y agujerear el mundo. No hay mapas que lleven a tesoros ocultos y nunca hay una X que marque el lugar". Es el dircurso de Indiana Jones a sus alumnos en La última cruzada, aunque al profesor Jones olvidó decir que después hay que publicar los hallazgos siguiendo una serie de normas, como las 36 del modelo latin dex. Cuantas más normas se cumplan mayor será el prestigio de la publicación. Con esta vocación nace la revista electrónica Bastetania que dirige Andrés Adroher, profesor en la UGR y director del Centro de Estudios de Arqueología Bastetana (CEAB). El otro gran objetivo de la publicación es recoger de manera detallada piezas que pasan desapercibidas en el contexto de las investigaciones generales, pero que son de gran ayuda para los arqueólogos para poder fechar y ubicar hallazgos parecidos.

Bastetania cumple 34 puntos de la latin dex porque la periodicidad "es una norma que se gana con el tiempo y con el propio funcionamiento de la revista". Bastetania acogerá todos los estudios de investigación arqueológica que se realicen en la zona de la antigua Bastetania, "independientemente de la cronología", explica Adroher sobre una revista que empieza de cero y que busca artículos que estén en relación con las provincias de Málaga, Córdoba, Jaén, Cádiz, Almería, Granada Albacete y Murcia, "que es poco más o menos lo que debió ser la antigua Bastetania".

La publicación electrónica tienes una serie de ventajas. " Una cosa que se busca mucho en ciencia es que los artículos tengan una salida rápida, porque en caso contrario los avances que se hayan producido pueden quedar obsoletos demasiado rápido", explica el investigador. En la revista se envía el artículo para que sea revisado por un 'par ciego', dos personas que no saben quién es el autor del artículo, "con lo que evitas que estos dos correctores se dejen llevar por sus filias y sus fobias, siempre buscando la objetividad". Por otro lado, el autor tampoco sabe quiénes son los que le corrigen el artículo. Este uno de los puntos más importantes de la latin dex, "buscar a dos personas de reconocido prestigio que avalen que el artículo aporta cosas importantes y que no está equivocado, que tiene una base sólida".

Pero, en un mundo a veces tan cerrado como la investigación arqueológica, ¿es posible que un especialista no esté al tanto de los trabajos que se están desarrollando? "A veces se puede saber, pero cuando yo recibo un artículo busco a dos especialistas lo más alejados posibles del ámbito del investigador para que no sepan quién es el autor", responde Adroher para poner un ejemplo a continuación. "He enviado artículos a un experto de Túnez que no sabe ni de lejos quién está trabajando en barnices rojos en la provincia de Málaga". El director del CEAB sólo puede dar los nombres de los autores de las investigaciones, pero se guarda los de los profesores del 'par ciego' porque los autores no deben saber quiénes les han corregido los artículos.

Una de las "ventajas" de Bastetania es que es una revista de carácter anual pero cada mes sale un artículo, "con lo que gestionamos el material con mucha rapidez frente a una editorial normal que tarda año y medio o dos años en publicar el material desde que lo recibe".

En cuanto a si hay estudios suficientes para dotar de contenidos la revista, Adroher está convencido de que no le faltarán artículos porque el espacio es muy amplio y no se centra exclusivamente en lo ibérico y romano. "Puedes enviar un artículo sobre el Paleolítico en Cádiz y otro sobre los ingenios del azúcar en la Granada del siglo XIX, que por cierto se trabaja mucho en arqueología últimamente". La elección de Bastetania es porque es un área que tiene una entidad geomorfológica muy particular. Si se traza una línea desde Algeciras a Cartagena se encuadra "el mundo argárico, el reino de Granada y el mundo bizantino, que prácticamente coinciden en sus límites geográficos".

El primer artículo de Bastetania tiene como protagonista una pequeña jarrita de vidrio que se encontró en una excavación en Guadix en el año 91 que realiza una investigadora del Museo de la Alhambra. Es un trabajo de unas cinco páginas "porque en arqueología nos estamos quedando sin información de los objetos que se encuentran en las excavaciones porque no son publicados por si mismos". Según Adroher, un arqueólogo puede encontrar un objeto raro y si consulta en otras excavaciones a ver si se han encontrado algo parecido, es más que probable que no encuentre nada porque no se publican sistemáticamente todos los objetos que se encuentran en las excavaciones, "por lo que te quedas sin poder situar tu objeto porque no encuentras paralelismo". "Esta revista permite que esos pequeños hallazgos que son fundamentales para avanzar en el conocimiento general puedan ser publicados", apunta.

El segundo artículo gira en torno en torno a un tipo de decoración metálica que aparece en cerámicas del Bronce final en el área de la Vega de Granada. Hay pendientes artículos sobre la necrópolis del Cerro del Santuario, otro sobre barnices rojos en la provincia de Málaga y uno más sobre un tipo de cerámicas producidas en Túnez en el siglo I y II d. C. que se llaman 'africanas de cocina' y que aparecen en grandes cantidades en Guadix.

Así que Indiana Jones tendrá que dejar el látigo en el escritorio si quiere publicar en la revista Bastetania.

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