El Restaurante Carmen de San Miguel se proclamó ayer ganador de la XII edicición del Concurso Granada de Tapas Gastronómicas con su original, sugerente y deliciosa Por la lengua muere el pez, un bocado de alta cocina ideado por el chef Jorge Matas. El segundo puesto fue para la creación Torre de la Vela, que firma María José Civantos, de Cafetería Sibarita. Mientras que el tercer puesto del certamen fue para el Capricho de San Pascual, de Rafael García, jefe de cocina del Restaurante Hotel Andalucía Center. Además, La Doncella de Mesón Los Pipos, creada por Mercedes Castro, fue reconocida con el Premio Especial al maridaje de Cervezas Alhambra con la mejor tapa tradicional.

El ganador del certamen, que se ha celebrado del 8 al 26 de septiembre, será el encargado de representar a la ciudad en el Campeonato Oficial de Tapas y Pinchos de España del año 2021, que organiza Hostelería de España.

La tapa Capricho de San Pascual

La final y la entrega de distinciones del concurso granadino -organizado por Cervezas Alhambra, en colaboración con el Ayuntamiento de Granada y la Federación Provincial de Empresas de Hostelería y Turismo de Granada- se celebró ayer en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Granada.  A las 11:30 tenía lugar la entrega de distinciones, que contó con la asistencia de Luis Salvador, alcalde de Granada; Enrique Medina, diputado de Turismo de Granada; Gregorio García, presidente de la Federación Provincial de Empresas de Hostelería y Turismo de Granada; y David Matas, jefe de Ventas de Cervezas Alhambra.

A las 8:30 comenzaba la recepción de finalistas y sólo 40 minutos después ya estaba el jurado catando la primera tapa. Le tocó al Gastrobar Qübba (Hotel Santos Saray) abrir la mañana con Aquellas gachas de ajo quemao. Le siguieron, además de los ganadores, la Picoteca 3 Maneras con su Piono de Cordero Segureño, yema de foie y brandada de alcachofa. El Bar Garden Plaza, con su tapa Mucho rollo. Arrozante La Casa del Arroz, que participó con Repapalao del Sacromonte; y y Restaurante El Secreto de Humphrey, con un sorpresivo Secreto Marino.

Los cocineros, unos con más timidez que otros, fueron presentando sus creaciones en las que el jurado valoró concepto, presentación, texturas, olor, punto de elaboración, complejidad, creatividad y sabor, además de la proporción del uso de ingredientes de la tierra.

El pionono de cordero con yema de foie

Unas tapas que brillaron, además de por su sabor, por su originalidad, colorido y esmerada presentación y que constatan el excelente momento creativo de la restauración granadina a pesar de que los tiempos no sean los más propicios. Unos pequeños “lujitos” en palabras del propio alcalde de Granada. También hacen patente el buen hacer de una nueva generación de cocineros —buena parte alrededor de la treintena– que han venido para compartir protagonismo con lo nombres clásicos. Unos jóvenes que en muchos casos también están al frente de unos nuevos establecimientos que encuentran en este concurso una oportunidad única para llegar a un mayor público, una cuestión que puede resultar vital.

Todos ellos habían sido seleccionados previamente de entre los 51 participantes totales de esta duodécima edición por un jurado de expertos que ha recorrido durante el certamen todos los establecimientos para degustar cada una de las tapas inscritas en el concurso y que destacó el alto nivel de todos los participantes.

Un año más esta iniciativa busca ensalzar la mayor seña de identidad gastronómica de Granada, la tapa. Un concurso que en sus 12 años de trayectoria ha ganado en precisión a la vez que ha impulsado la creatividad de joyas en pequeño formato a las que ha llegado la alta cocina y lo hace primando los productos granadinos.