El parqué
Con el foco en Ucrania
Marcela vive con su hermano en una casa. Este invita a un amigo, pero esconde a la hermana para poner a salvo su virtud. Así que ella sigue a este amigo, bien parecido, hasta acabar enamorada hasta los huesos. Es el punto de partido de Casa con dos puertas mala es de guardar, de Calderón de la Barca, que Teatro para un Instante pone en escena mañana en el Teatro Isabel la Católica en doble sesión, a las 19 y a las 21:30 horas. Un culebrón del siglo XVII pero con un público del siglo XXI "que se sigue partiendo de risa", explica la actriz Carmen Huete, protagonista de la obra dirigida por Miguel Serrano.
Y aunque para muchas actrices su meta es que un dramaturgo de moda -léase Antonio Gala en su momento- les escriba un papel hecho a su medida, Huete prefiere abordar papeles clásicos y buscar matices en personajes perfectamente conocidos por el público. "En una obra hecha a tu medida ya tienes parte del trabajo hecho, sólo me interesaría un personaje escrito para plantearme retos y que tuviera todas las complicaciones del mundo, pero eso ya me lo da el teatro clásico", sostiene la intérprete, que pone a Calderón a la altura de Shakespeare.
Casa con dos puertas mala es de guardar está escrita hace casi 400 años, con lo que hace un retrato de la mujer que, ahora, se podría calificar como de un machismo recalcitrante. Pero Carmen Huete, como los historiadores, sostiene que no se debe mirar al pasado con los ojos del presente. "La obra muestra a la mujer como esa gran conspiradora que delante de los hombres tiene una cara, pero que luego, a la espalda, está siempre intrigando para hacer las cosas como ella quiere".
Carmen Huete se vio envuelta hace unos días en una de las polémicas habituales del Hombres, mujeres y viceversa que es en ocasiones la vida normal, con un compañero de clase que afirmó sin rubor que las mujeres están siempre conspirando y que no se soportan entre ellas. Fuera de este tópico, y con su experiencia de años abordando las obras y las biografías de los mejores dramaturgos de la historia, Huete afirma que es posible que las mujeres sean un poco más complicadas y que su forma de pensar tiende a tener diferentes focos. Y respecto a la visión de la mujer del siglo XVII y la de la mujer contemporánea, sostiene que hay cosas que siguen sin cambiar. "Por muy liberal que se sea, si una señora sale con muchos hombres ya es un poco ligerita de cascos", afirma. "Cuando una va a al teatro ve la escena según su cultura y su educación, es posible que haya gente que vaya a ver una obra de Calderón y piense que su mujer es como la protagonista", continúa la intérprete de la obra con una perfecta dicción, algo habitual en los actores de Teatro para un Instante. "Es que todos tenemos una gran formación y, de no ser así, Miguel Serrano no nos habría escogido para su proyecto", señala Huete, que ve a diario como en las series de televisión, a menudo, se escogen a los protagonistas sólo "por su aspecto físico".
En su caso, parte de su formación ha transcurrido en las instalaciones de Escénica, un centro en el que ha aprendido de primera mano de 'vacas sagradas' de la dramaturgia española como José Carlos Plaza o Miguel Narros y de la escena internacional, como un curso impartido por la Royal Shakespeare Company.
Por último, como integrante de una compañía que representa el repertorio de García Lorca de manera estable, Huete señala la profunda humanidad y el gran conocimiento del ser humano del autor de Fuente Vaqueros, de quien se ha empapado de sus obras y de su biografía. "Lo redescubro en cada libro, él decía que no era un político, pero tenía una visión de la vida muy solidaria y muy comprometida, ¿eso no es ser político? Todo lo que hacía Lorca lo hacía con pasión, hablaba de la mujer porque la entendía mejor que nadie, era curioso y siempre estaba intentando informarse de todo lo que le rodeaba, algo que se ve en su interés por los guiñoles y el mundo infantil, que supo trasladar a los mayores", concluye la actriz.
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