Clara Sanchis, actriz, escritora, música

Clara Sanchis: "Esta obra es tan divertida como profunda"

Clara Sanchis, al teclado en un ensayo de 'Los desiertos crecen de noche'.

Clara Sanchis, al teclado en un ensayo de 'Los desiertos crecen de noche'.

Granada tiene el privilegio de acoger este fin de semana el estreno absoluto de una de las obras de uno de los dramaturgos más importantes de los escenarios españoles: Los desiertos crecen de noche, de José Sanchis Sinisterra. Compuesta por diez piezas antológicas del "teatro menor" del autor de ¡Ay, Carmela! -algunas llevadas a escena por primera vez-. Un microcosmos atravesado por el humor, el misterio y la imaginación, que juega con el poder de la palabra y sus imprevisibles trampas. En la jungla del lenguaje en la que los intérpretes a la vez son músicos y en el caso de dos de ellos, también directores: Clara Sanchis y David Lorente.

Clara Sanchis (Teruel, 1968) conoce bien los textos porque los leía cuando era joven. Hija de Sanchis Sinisterra y de otra grande de la escena, Magüi Mira, reconoce que llevarlos a escena es "una responsabilidad pero también un placer".  En este montaje, que define como teatro artesanal, todos hacen de todo. Y eso que ella en el arte, la escritora, productora, música y actriz ha tocado prácticamente todos los palos. "Salvo pintura", comenta entre risas. 

Haciendo las veces de músicos e intérpretes, van dejando la banda de música para "salir al ring" a dar vida a esos textos que tienen "un hilo conductor onírico". Así, van contado la historia de una formación musical que se pierde en su propia melodía. La de Rodolfo y Ludovina, que nunca llegan a besarse. También hay un director de teatro que lucha con el tigre que lleva dentro. Una lectora descubre sus sueños más íntimos en la novela de un autor desconocido…Los personajes viajan en un laberinto de historias, que recorre la temática más pura del teatro breve de José Sanchis Sinisterra.

Clara Sanchis también destaca el humor como otra forma de tejer las historias en las que nada es lo que parece. Pero sin que lo cómico deje nunca de lado "la investigación teatral" que caracteriza la obra de su progenitor en textos como Ahí está, Vacío, Cerrar los ojos, Instrucciones, Discronía, Carta, De tigres, Espejismos y Abandonos. El resultado es un montaje en el que el tiempo se desmelena. La plasma la necesidad del otro. La soledad. El juego.."Una obra tan divertida como profunda que toda aspectos de la existencia que son cruciales para el ser humano", en palabras de su directora. 

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