"En Cuba la cultura y las minorías han ido ganando espacios"
El ensayista y crítico de arte cubano residente en España Iván de la Nuez participó ayer en una mesa redonda en la Facultad de Filosofía y Letras junto al periodista Carlos Carnicero
Empieza la conversación advirtiendo sobre la dificultad para entender su "acento cerrado" porque "en los temas cubanos álgidos una palabrita de más o de menos puede convertirse en una catástrofe", aunque inmediatamente apostilla: "No tengo miedo de decir nada". Tras la advertencia, el ensayista, crítico de arte y comisario de exposiciones Iván de la Nuez (La Habana, 1964) incide en que vive fuera de Cuba (en Barcelona), por lo que escribe "de la imagen que se proyecta de Cuba" porque "no me parece honesto decirles a los cubanos lo que tienen que hacer".
De la Nuez participó ayer en la Facultad de Filosofía y Letras de la UGR en una mesa redonda titulada Cuba. Cultura y política desde el Caribe, en la que compartió mesa con el periodista español Carlos Carnicero, quien "tocó más el tema político y yo la percepción de la revolución cubana en el imaginario de los españoles y europeos", que es de lo que habla en uno de sus libros, Fantasía roja: los intelectuales de izquierdas y la revolución cubana.
En este sentido, en su intervención hizo un recorrido a partir de los años 60, cuando a través de la fotografía, la novela y el cine se construye un imaginario de Cuba que tiene que ver con la cultura y el arte pop con una iconografía muy fuerte, no en vano la famosa foto del Che Guevara "es la más reproducida en todo el mundo". A partir de ese momento "se construyeron una serie de mitologías y yo detecto que la proyección que se hace hacia occidente es cargando a los cubanos la responsabilidad sobre nuestras espaldas". "A la gente le interesa -continúa- reconstruir un país donde no se pongan sobre nosotros las expectativas y donde al final haya un discurso con un espacio de pluralidad".
El segundo detalle que destaca es el de su generación. "Yo nací después del 59 y se suponía que íbamos a ser los primeros sujetos puros porque no habíamos conocido el capitalismo y es verdad -yo hasta que no salí de Cuba no había visto un dólar, apostilla-, pero no sólo somos los primeros sino también los únicos", porque todo sigue igual desde entonces. "Mi generación nunca ha sido bien entendida porque somos hijos de la generación fundadora de la revolución y esa mitología es muy poderosa". La clave del problema cubano, opina, fue no saber qué hacer con los hijos de la revolución", que no han conocido un régimen de mercado. "¿Tan mal nos han educado?", se preguntó.
"En los últimos años la cultura, las minorías han ido ganando espacios en la periferia de un sistema político, son pequeños, pero son un paso, porque antes estaba prohibido por la ley", como pequeños triunfos de los homosexuales o las minorías étnicas, especifica.
Otro de los asuntos en los que incide De la Nuez es que cuando empezó a escribir, en el mundo mandaba la Guerra Fría, siempre había dos opciones: Oriente y Occidente, Estados Unidos o Rusia..., "todo era bipolar", y sin embargo eso ha cambiado hoy tras la caída del Muro de Berlín, ahora "hay un abanico de opciones muy amplio".
En cuanto a la democracia, "Carlos Carnicero decía en la mesa redonda que en Cuba si hay apertura económica terminará por haber apertura política, pero yo tengo una opinión contraria: el único lugar para una política de izquierdas se llama democracia". Ahora mismo hay un "divorcio entre el mercado y la democracia que ha producido una mengua importantísima a la democracia a través del mercado".
El último de los aspectos que apuntó el escritor se refiere a "dónde queremos ir a parar", y puso como ejemplo China, Rusia, o "una nueva manera de entender la política". En ese sentido, opina que "hace falta una reimplantación de la democracia porque después de la caída del Muro, lo segundo que se desplomó fue la socialdemocracia". Insistió en la importancia de la izquierda para la democracia y reflexionó sobre un futuro cercano en su país porque "dentro de unos años la población de Cuba va a ser transnacional (cubanos que viven en otros países) y eso bien encaminado puede ser un experimento interesante".
En cuanto a España, De la Nuez apunta que "está todo muy quemado" pero que la gente "tiene muchas ganas de entenderse". De hecho, en la mesa redonda de ayer "Carlos Carnicero apuntaba una posición y yo otra".
No hay comentarios