Diario íntimo de Rusia en el siglo XX

El Centro Cultural CajaGranada acoge una exposición con 120 lienzos de autores rusos reunidos en los fondos de la Fundación Surikov

Diario íntimo de Rusia en el siglo XX
G. Cappa Granada

24 de enero 2015 - 05:00

La viuda del pintor Aleksandr Danilichev se puso en contacto con Dolores Tomás para venderle un cuadro de su marido. Estaba enrollado "como un acordeón", con desconchones y en estado de ruina total. La presidenta de la Fundación Surikov le cambió el bastidor y empezó a decapar el cuadro porque había aparecido un ojo debajo del paisaje que le habían vendido. Intuyó que era de Lenin ante la desconfianza de sus colaboradores, que le decían que veía al líder bolchevique por todos lados. Pero siguió eliminando la pintura y, debajo del primer lienzo, apareció un impresionante retrato de Lenin, "el mejor que se le ha hecho", afirma Dolores Tomás. Este lienzo se encuentra ahora en la ciudad como una de las 120 pinturas que integran la exposición Rusia siglo XX. Colección de Dolores Tomas, que se inauguró ayer en el Centro Cultural CajaGranada Memoria de Andalucía.

Dolores Tomás ha conseguido reunir en 25 años una colección de pintura rusa de cerca de 4.000 obras. Llegó a la extinta Unión Soviética a finales de los ochenta con el deseo de ver qué había sido de su pintura tras la Revolución; pero se topó de bruces con el Realismo Socialista, que significaba el retorno a técnicas propias del siglo XIX, un instrumento propagandístico para mostrar la magnitud de sus puertos, fábricas, la grandiosidad de sus campos y cosechas, así como los logros de la Revolución y sus héroes; pero ni rastro de la vida cotidiana de sus habitantes. Así que comenzó una arriesgada búsqueda para recoger las décadas perdidas del arte ruso y reivindicar el nombre y la obra de maestros que no pudieron disfrutar del éxito. De hecho, en principio tenía que visitar sus talleres de forma clandestina, porque el Estado prohibía a los extranjeros entrar en unos espacios donde los pintores creaban por amor al arte, de manera anónima. Los artistas que se presentan ahora en Granada son los esforzados transmisores de la extraordinaria tradición del realismo ruso. Destacan las obras de maestros como Danilichev, Borodin, Stroev, Bukh, Velichko, Strigin, Zakharkin, Litvinsky, Butov, Martynov, Fomkin, Sogomonian o Sushenok. "Esta muestra quiere mostrar la vida de Rusia, con escenas costumbristas que reflejan el verdadero sentir de un pueblo", explicó Dolores Tomas en la presentación sobre una historia íntima contada a través de los cuadros, que no es la que se había contado en Occidente "ni la que le habían contado a ellos mismos".

Así que Tomás se propuso retomar la historia de la pintura rusa donde la dejaron Chagall o Kandinsky, la historia de unos pintores que trabajaron de forma anónima y, en muchas ocasiones, casi marginal, bajo la severa lupa de la monolítica Unión de Artistas. Lo curioso es que muchas de las obras, todas realizadas en el siglo XX, parecen salir del siglo XIX; un caso paradigmático es el lienzo Septiembre, de Antonina Sologub, que es una copia casi exacta de El balandrito de Sorolla, con la diferencia de que la autora rusa puso un bañador al niño protagonista mientras que el pintor valenciano optó por la desnudez. Sogolub murió en 1997, Sorolla en 1923, pero sus pinturas parecen hijas del mismo tiempo. Según afirmó Dolores Tomás, algunos hablan de esto como una involución en la factura pictórica, aunque ella defiende la "evolución" y la historia de las personas y las costumbres que se cuentan en los lienzos.

Rusia siglo XX. Colección de Dolores Tomas se compone de cinco grandes temáticas -Naturalezas, Costumbrismo, Paisaje, Figura, y Realismo Socialista- y, junto a las pinturas, también se presentan interesantes piezas del arte ruso, como son iconos religiosos, huevos pintados y cajas lacadas, que permiten descubrir algunos aspectos de su historia , prácticamente desconocidos en nuestro país.

Según Luis González, vicepresidente de CajaGranada, "uno de los objetivos de la entidad es promocionar el arte, la cultura y las vanguardias y por eso es un motivo de enorme satisfacción poder mostrar al público una selección de pinturas como ésta, tanto por su excepcional calidad y valor artístico, como por lo que representan desde un punto de vista sociológico sobre la historia de Rusia, sus costumbres y realidades, a partir de la expresión artística de decenas de autores que dejaron su impronta a lo largo del siglo XX".

González agradeció a Dolores Tomás su labor de mecenazgo y su pasión por mostrar y difundir el arte, por trasladarla a la sociedad. Igualmente destacó que la "excelente" relación con el Ayuntamiento de Granada "nos permite traer muestras como ésta, que no solo son disfrutadas por los granadinos y le aportan belleza a unos tiempos complicados, sino que se convierten en imán cultural para turistas y viajeros, amantes del arte y de la cultura, del resto de la geografía española".

El concejal de Cultura, Juan García Montero, por su parte, destacó la importancia de una obra que muestra lo que se hacía en los talleres de puertas hacia dentro, lo que los artistas pintaban de corazón, "más allá de los encargos de la propaganda estatal del momento".

Por último, Matías Díaz-Padrón, director técnico y conservador del departamento de pintura flamenca del Museo del Prado, quiso destacar la proeza de Dolores Tomás al recuperar más de 4.000 cuadros que, por la pobreza de los materiales con los que se pintaron, estaban condenados al olvido. "En esta muestra, los artistas no están condicionados y luchan privadamente contra las imposiciones de la política", explicó el también miembro de la Real Academia de Arqueología. En resumen, un diario íntimo de la Rusia del siglo XX, escrito a hurtadillas y con la simple pretensión de contar qué pasa en el mundo.

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