Colectivo Da Silva es un grupo nacido en Granada y formado por siete chicos nacidos en la década de los noventa: Carlos Caraballo, Guillermo Álvarez, Andrés Cándido, Pablo E. Fernández, Manuel López, Víctor Ruiz y Alberto Valero. Sus videoclips están muy cuidados y su estética también. Le dan mucha importancia al componente imagen que rodea a la performance de la industria musical. Comenzaron dando pequeños pasos, con su single Marina d’Or y desde que ganaron el concurso Emergentes no han dejado de progresar. Ahora, tras el confinamiento, se preparan para seguir girando y grabando nuevas canciones.

–Tengo entendido que han estudiado Comunicación Audiovisual o están muy metidos en el mundo de la comunicación.

–Realmente la carrera como tal solo la tienen dos: Víctor y Pablo. Yo [por Alberto Valero, que es quien atiende a la entrevista] también he hecho un modulo superior de audiovisuales y ahora estoy con otro de diseño gráfico. Pero la verdad que sí estamos muy relacionados con el mundo de la comunicación, nos llama mucho la atención.

–¿Alguno tiene estudios musicales?

–Ninguno. Somos totalmente autodidactas, pero sí es cierto que hay compañeros que son bastante frikis de la música. Se podría decir que dentro del grupo nos dividimos en dos grupos [ríe]. Algunos nos vamos más hacia el tema de la estética y el diseño y otros más hacia la música. Aunque al final todos tomamos decisiones. Es todo muy democrático y asambleario.

–¿Qué les llevó a formar el grupo y cómo es que se decantaron por la música?

–Por inercia. Empezamos a tocar en Bachillerato y nos formamos a base ir tocando. Vimos que empezó a surgir una oportunidad ahí y, poco a poco, nos gustaría ir profesionalizándonos. El grupo viene dado por afición y al final deriva en algo más serio. De hecho, fuimos probando en diferentes bandas y al final esta banda es el resultado y conjunto de otras.

–¿Son todos de Granada, cómo ha influido esta ciudad en el bagaje cultural musical de cada uno?

–Sí, y casi todos del centro de la capital, menos dos que somos de pueblos. Desde pequeños oímos muchos grupos locales y ves que la música es una opción que está ahí. Hay cultura de la música en esta zona. Hay ciudades donde existe la cultura del baloncesto y en esta en parte es la música.

–Muchos grupos de música underground o que se mueve por la contracultura y también llevan a la palabra "colectivo". ¿A qué se debe lo de colectivo y el apellido Da Silva?

–Colectivo porque somos un montón de gente y buscábamos un sustantivo que lo definiese. Es algo así como gang o crew. Colectivo quedaba más inocente, más suave. También es que, como bien dices, se está usando mucho y nos parecía interesante abordarlo. Y lo de usar el apellido Da Silva viene un poco por el sitio donde empezamos a tocar, en el Embalse de Cubillas.

–¿Cómo es que hace tanta alusión a la cultura española de finales de los 70 un grupo compuesto por gente tan joven? ¿Es una forma de ironizar con aquella España?

–Pues porque cuando compusimos Marina d’Or queríamos transmitir esa idealización de vida perfecta de aquella época: el trabajo perfecto, la casa, el amor, los hijos… También rescatar esa nostalgia de los 90 y apuntar a la estética colorista que nos gusta mucho. Igualmente hay un componente de tendencia ahí, que sí que hemos querido aprovechar… Nos dejamos llevar por la intuición y el sonido de la canción realmente, no tenemos algo definido e inamovible. Si un tema merece cierta portada o estética en el videoclip, así lo plasmamos. Al terminar queda algo como más conceptual.

–En algunas webs definen su estilo como "cultura vaporwave", sonidos "dreampop" y estética noventera. Últimamente, esa forma de producir es la que está apuntando alto, impulsado por el trap. ¿Hay algo de influencia trap aquí?

–Del trap, por mi parte, solo cojo la estrategia. Es un género que nace de un movimiento social referido a la moda y la concepción del personaje. En ese sentido sí, nos gusta la fantasía que lo rodea, pero no hacernos los chulos. Queremos resultar naturales, que el trap también bebe de eso. Pero creo que solo nos influenciamos como concepto social y por la gente que les sigue es la misma que nos sigue a nosotros. Tenemos un público bastante variopinto.

–¿Cómo surgió fichar por Subterfuge, sello que tiene a varios grupos indie o alternativos?

–La historia es muy bonita. Fue a raíz del Emergentes del Planta Baja, que ganamos hace un par de años y el premio fue grabar el primer disco, ir a Fitur y tocar en una sala del Wizink. En esa actuación, los de Subterfuge nos vieron tocar y les moló y pocas semanas después estábamos allí con ellos. Todo gracias al Emergentes, ahí empezó nuestra carrera como grupo. A partir de ahí ya, nos empezó a conocer mucha gente, porque es verdad que los más curiosos de Granada ya nos tenían calados, pero no llegábamos a tanta gente. Le debemos todo esto al Emergentes realmente, está en nuestros corazones [vuelve a reír].

–¿Hacen ustedes las portadas y la producción-postproducción de los vídeos?

–Compartimos tareas. Algunos sí que los ideamos, realizamos y producimos nosotros; y otros lo hacemos con agencias de Madrid o en conjunto con Sergio Sosa, que es un máquina.

–Las primeras canciones, en cuanto a la voz recuerdan un poco al grupo 'Un pingüino en mi ascensor' –pop nasal–, pero en los últimos temas que han sacado se ve como la voz se adentra en la cultura del autotune ¿A qué se debe el cambio?

–Por probar cosas nuevas en la voz. Igual que los instrumentos, que pueden cambiar, la voz también puede cambiarse, aunque es verdad que hay gente que se nos ha echado encima. Nos gusta conceptualizar un poco con cada tema e igual con el LP Vacaciones. Recopilamos lo que teníamos, pero en cuanto a imagen sí hay conceptualización. Creemos que no pasa nada por meter autotune de vez en cuando en alguna canción, es algo que está ahí, un instrumento más que podemos usar.

–Lanzaron el LP Vacaciones y últimamente algunos singles sueltos, ¿preparan nuevo trabajo o aún tienen que girar mucho con el primero?

–Tenemos intención de sacar un EP antes de que termine el año, también en formato físico. Lo de los temas sueltos es fruto de la crisis que estamos viviendo y son canciones que se han hecho en la distancia. Además hemos contado con diferentes productores. Por ejemplo, Chico Blanco produjo Hoy se sale. Es algo que hace que cada tema se separe más del otro porque cada productor deja su sello. Digamos que nosotros tenemos la idea, se la trasladamos al productor y él o ella le da forma, entonces notas que hay cambios entre una canción y otra. El EP consistirá en cuatro temas: los dos que ya han salido y otros dos nuevos.

–Para terminar y antes de que giren, ¿qué conciertos les esperan a lo largo de lo que queda de verano?

–Por ahora está todo muy en el aire, pero sí que han surgido algunas propuestas nuevas. El 23 de agosto estaremos en Oviedo, en el Versus, y el 28 de agosto en Saugunto, en el Ressonar.