La OCG, una familia muy particular
Inauguración del 68 edición del Festival de Música y Danza
El conjunto prepara estos días su actuación en el Festival junto al maestro Ivor Bolton, cuyo entusiasmo y simpatía ha conectado con ellos
Granada/El vuelo de la violinista Viktoria Mullova se ha cancelado. El ensayo de la OCG con la solista se retrasa hasta mañana. Sin embargo, los primeros acordes en el Auditorio Manuel de Falla empiezan a escucharse puntuales pasadas las diez de la mañana. Una hora antes, los miembros de la OCG ya estudian la partitura y ponen a punto sus instrumentos. El conjunto ensayará alrededor de 25 horas, repartidas en tres días, antes de inaugurar mañana la 68 edición del Festival de Música y Danza. Lo hará junto al maestro Ivor Bolton, director musical del Teatro Real de Madrid, y a la excepcional instrumentista rusa.
El conjunto granadino afronta el recital de mañana "con la misma intensidad y las mismas ganas de tocar que en los conciertos de temporada", reconoce Jaume Esteve, solista de percusión. La orquesta ya vivió una experiencia similar en 2016, cuando le tocó abrir el Festival con Sebastiano Rolli a la batuta y Juan Diego Flórez como tenor en una noche consagrada a la ópera -donde se interpretaron fragmentos de La flauta mágica y La El barbero de Sevilla, entre otras-.
Para Juan Carlos Chornet, solista de flauta, "siempre es un reto actuar en un festival tan importante, más aún en su inauguración". "El entorno donde tocamos es especial, el programa muy bonito, la solista maravillosa y el director muy bueno”, resume el músico en un descanso de los preparativos del concierto. José Antonio Masmano, oboe y corno inglés en la orquesta, asume como "un honor y un placer" esa responsabilidad. "Me motiva el programa, sobre todo la Sinfonía Escocesa de Mendelssohn -la segunda pieza del repertorio-. Es una de mis sinfonías preferidas", apunta.
A Isabel Mellado, primer violín, le hace una ilusión tremenda tocar en el Palacio de Carlos V, ubicado en el privilegiado entorno de la Alhambra. "Nos tenemos que concentrar más porque es un concierto al aire libre. Todo lo que pierdes de acústica lo ganas en cuanto a magia del lugar", afirma. Más aún le entusiasma el programa, en especial el Concierto para violín y orquesta en re mayor, op. 61 de Beethoven, que ella misma define como "el rey de los conciertos para violín". "El público escuchará una buena mezcla entre emoción y humanismo. Además de la Sinfonía núm. 3 en la menor, op. 56 de Mendelssohn, terrible de dramática", apunta la también escritora y autora del libro Vibrato.
A la violinista Atsuko Neriishi le parece "interesante" la primera pieza del repertorio de mañana, Jeanne d’Arc, op. 91 de Ignaz Moscheles, porque nunca antes la habían tocado. Las otras dos obras, de Beethoven y Mendelssohn respectivamente, forman parte del repertorio habitual de la orquesta. De hecho, la violinista Viktoria Mullova interpretó el Concierto para violín y orquesta en Re mayor, op. 61, que el público escuchará mañana en el Carlos V, durante el Festival de Música y Danza en 2005 junto a la OCG. Dos años antes, la brillante instrumentista tocaba por primera vez con el conjunto granadino el Concierto en Re menor de Jean Sibelius.
La orquesta prepara desde el martes su concierto en el Festival, donde actuará por primera vez junto a Bolton (Blackrod, Reino Unido, 1958). Al director de orquesta inglés se le ve sonreír por momentos durante los ensayos y dirige con una sensibilidad abrumadora. Se muestra paciente, perfeccionista y amable con los músicos. "Very nice!", repite varias veces a lo largo de los ensayos.
"Es simpático, trabajador, muy buen profesional y transmite mucha energía. Está escuchando todo y no para de corregir cosas hasta antes del recital. Estamos encantados con él. Es la primera vez que viene a dirigir a Granada, pero esperamos que repita", declara entusiasmado Chornet. Su compañero Masmano le da la razón: "Estamos muy contentos con él". Su personalidad entusiasta y bondadosa, alejada de excentricidades, ha conectado con los músicos, algo que ellos consideran "fundamental".
Una orquesta 'healthy'
La jornada para la violonchelista Ruth Engelbrecht empieza bastantes temprano. Todos los días acude a los ensayos en bicicleta desde Cúllar Vega. No es la única que llega pedaleando hasta el Auditorio Manuel de Falla. La orquesta "saludable" y "deportista", en palabras de varios de sus miembros, cuenta en su plantilla con varios músicos que cultivan sus propias peras y ciruelas. En los descansos no falta la fruta ni tampoco los termos de té verde con jengibre, hechos con cariño por Mellado. Además, la mayoría no fuma.
Los desayunos, donde no falta un buen bocadillo y una taza de café, son de lo más variado debido a que la orquesta, señala el oboísta, es "un colectivo bastante cosmopolita, de distintos países". Masmano no duda en hablar del suyo: "¡Que no falten mis tostadas de tomate y mi café con leche en la cafetería de Miguel".
En cuanto a manías antes, durante y después del recital, la plantilla no desvela muchos secretos. "Algunos se relajan meditando, otros pican alguna fruta y otros simplemente conversan. En mi caso, el día del concierto no suelo salir ni juntarme con mucha gente para mantenerme concentrada", señala la violinista.
¿Qué hacen para desconectar? Mellado, que no cree que vaya al Corpus estos días, suele escuchar algo de jazz, a poder ser algo de Astor Piazolla. Óscar Sala, trompa solista de la OCG, opta por ir al cine con la familia o hacer deporte. Engelbrecht no duda en irse de ruta con su moto y en el caso de Masmano "un buen vino cuando la ocasión lo merece".
Chute de motivación
Para Esteve, presidente del comité de empresa de la OCG, es "un chute de motivación" tocar en el concierto inaugural del Festival. "Veníamos de una época mala, con unas huelgas que habíamos previsto. El Festival se hallaba entre ellas", recuerda el presidente del comité de empresa de la OCG. El conjunto se planteó hace unos meses no actuar en la cita cultural más importante de la ciudad debido a su grave crisis.
La orquesta llegó a un acuerdo con las administraciones el pasado 16 de mayo para cesar sus protestas después de un intenso mes, cuyo empeño le llevó hasta el palacio de San Telmo para exigir a la Junta un compromiso serio. El Consorcio Granada para la Música, formado por Diputación, Ayuntamiento y Junta, acordó con el comité pagar la parte proporcional de la deuda millonaria entre 2020 y 2021 y aumentar el presupuesto anual.
"Hemos pasado unos años muy malos y últimamente hemos tenido unos meses con mucho estrés porque no estamos educados para estar en la calle protestando. Es un alivio poder trabajar que es para lo que hemos estudiado y hacer las cosas bien", admite Chornet. "Es un alivio poder trabajar, que es para lo que hemos estudiado y hacer las cosas bien", zanja el flautista. Mellado, por su parte, está "muy esperanzada y confiada de que la cosa va a mejorar; y contenta porque vamos a tener más posibilidades de darle al público un programa más variado".
Tras un intenso ensayo donde ha caído algún bostezo, la violenchelista Ruth Engelbrecht se despide en la puerta del Falla: "Por fin tocamos con la esperanza de que las cosas van a cambiar y que el dinero va a llegar. Ha cambiado el ánimo general. Todo lo que hemos vivido nos llega al corazón y el alma. Y nos influye la inseguridad. Lo más importante es que entre nosotros nos llevamos muy bien".
La gran crisis de la orquesta ha unido más a esta familia tan particular. "Después de reivindicar nuestros derechos nos hemos unido aún más. Si somos una familia, somos una familia disfuncional donde nos llevamos todos muy bien. La música une mucho. Somos un pequeño planeta. Somos muy poquitos pero de muchas nacionalidades. Nos entendemos a través del arte", lanza Mellado a modo de reflexión final.
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