En abril aguas mil, dice el refrán. La ciudad recibió ayer por la mañana a Darío Jaramillo con un aguacero, que duró apenas la hora de su recepción con el alcalde de Granada, Francisco Cuenca, y la concejala de cultura, María de Leyva, en el Cuarto Real de Santo Domingo. El poeta colombiano llegó puntual a la cita llena de periodistas en un coche oficial, cedido por el Ayuntamiento.

El autor definió la poesía "como una religión de ateos o laicos, una forma de exploración del alma" tras firmar el libro de honor de la ciudad, donde se encontraban conocidos como Zubin Mehta, y recibir una preciosa antología suya con prólogo del escritor granadino Juan Andrés García Román.

El poeta recordó la vinculación de su tierra con esta ciudad y que, cuando el pasado noviembre recibió la noticia del galardón, se sorprendió y se emocionó "mucho". "No esperaba este premio, sentí que me había colado en la fila, otros poetas debían estar", explicó Jaramillo, quien destacó a continuación: "Es un halago para todo ser humano que le digan que lo hace está bien hecho".

El poeta colombiano firma en el libro de honor de la ciudad.

El poeta mostró además su "enorme admiración, sin distingos" hacia Lorca y concretamente respecto al Romancero gitano, que definió como "un gran ejercicio de poesía".Tras avanzar que el jueves, cuando recoja el XV Premio Lorca, hablará y reflexionará brevemente sobre la poesía, se presentó asimismo como un enamorado de la ciudad de Granada, donde visitó la Alhambra hace años, algo que le "marcó muchísimo".

El autor, que se mostró de buen humor y risueño, aprovechó la ocasión para leer un poema de su serie Gatos, una oda a sus queridos mininos: "Los gatos existes para ser amados. / Esto justifica la existencia de los gatos. Ratones y pájaros sucumben ante ellos por amor. / Su mirada y su gracia los seduce un instante antes / de caer / y al morir creen que son alimento de Dioses. / Los gatos existen para ser amados. / Los gatos no sirven para amar. / Los sólo saben ser amados".

Al finalizar el acto oficial, Jaramillo volvió a su hotel para charlar con periodistas, no sin antes pedir un agua con gas, y luego echar una siesta. Le esperaba una emocionante tarde durante el primer día de las jornadas en su honor, organizadas por el programa Granada Ciudad de Literatura Unesco.

El escritor Rafael Espejo inauguró la sesión recitando una selección de poemas del autor en el Centro Lorca. Después, el director de Pre-Textos, Manuel Borrás, presentó el encuentro entre Santiago Auserón y Jaramillo, una suerte de alineación de tres astros de la literatura que pudieron disfrutas decenas de personas.