Se llaman Glazz y demuestran que la improvisación no es una cualidad exclusiva del jazz. A pesar del guiño que le hacen al género en el propio nombre, el trío de músicos andaluces, formados en múltiples disciplinas, no se circunscribe a un solo estilo musical. Lo suyo es una promiscua y poco convencional mezcla de estilos que los sitúa de algún modo emparentados con el rock progresivo. Según la hoja promocional estamos ante una banda sin reparos a la hora de vestir el compás de las bulerías con la fuerza del rock, o el desenfado del funk con la elegancia del jazz. Entre los más destacados artistas con los que han colaborado se encuentran el pianista David Dorantes o el cantautor Javier Ruibal. La personal propuesta que plantean les ha llevado a formar parte del cartel de grandes festivales por todo el mundo, desde el Jazz Plaza de La Habana o el Manchester Jazz Festival, hasta el Siete Soles, Siete Lunas, nuestro Etnosur o el Rock Progresivo Minnuendo. Tras poner en circulación un sorprendente trabajo conceptual llamado Cirquelectric, acometieron una trilogía de obras improvisadas bajo la denominación The Jamming Sessions. Con la de 2014 obtuvieron el premio al mejor disco de fusión en España, y en Japón, donde gozan de un merecido seguimiento, grabaron la tercera de estas entregas basadas en la improvisación. Esta noche actúan en BoogaClub.