Guadalupe Plata: cavando tumbas para enterrar los muertos

Y si anoche fueron The Lyres los que pusieron la sala Planta Baja patas arriba con su sonido, rudo y cavernícola, nocturno y visceral, como siempre debe ser el genuino rockandroll, esta noche Guadalupe Plata, dentro del mismo ciclo, el venerable Serpiente Negra, doblan la apuesta sin complejos. Porque vienen demostrando desde hace ya mucho tiempo que desde Úbeda se puede mirar a Boston de igual a igual. Lo de estos chicos no tiene parangón. Triunfan allá donde van y después de haber dejado con la boca abierta en más de una ocasión a toda la península y a casi toda Europa, y a gran parte de los Estados Unidos, ahora se proponen conquistar Latinoamérica. De momento ya han hecho suyos algunos estados de Brasil y de México.

Y son tantos los premios que acumulan que asustaría pensar en las consecuencias si no fuera porque parecen inmunes a los elogios que vienen de las alturas, conscientes de que sus lazos con las tierras cenagosas del blues primigenio en el que buscan las herramientas con las que confeccionan sus canciones son más fuertes que los fatuos parabienes de los advenedizos a la única religión verdadera, la del blues telúrico y el mito del cruce de caminos. Han sido mejor disco y mejor concierto del año para Ruta 66; mejor grupo de música moderna de los Premios El Ojo Crítico; mejor álbum independiente en los premios Imas de México…

Y por si faltaba alguno, el último ha sido el premio al mejor disco independiente de IMPALA, la asociación europea de sellos independientes, que aglutina a las más importantes discográficas del viejo continente. Para los que no estén familiarizados baste mencionar a los ganadores de anteriores ediciones (The XX, Adele o Efterklang) o al resto de nominados: Nick Cave, Sigur Rós, Boards Of Canada, Mick Harvey, John Grant o Iceage, nada menos. El nuevo disco, por supuesto homónimo, está publicado por el sello Everlasting, una compañía sobre la que Carlos Jimena, el batería de Guadalupe Plata, afirma que "son de la misma calaña que nosotros", y añade, gráficamente, "cuando se juntan unas buenas palas y ganas de cavar se hace una buena tumba". Debe ser que andan buscando un sitio seguro donde enterrar tanto premio.