El arte de Juan Habichuela Nieto ha logrado dotarse de algo que está al alcance de muy pocos: personalidad. Su toque es único y además cultiva la faceta de compositor y arreglista. En pocas ocasiones la guitarra flamenca ha sonado con más hondura que en sus manos y su presencia en el VII Festival de la Guitarra-Antonio Marín ha levantado una enorme expectación, porque, además, su actuación, prevista para esta noche (21:30 horas), será en uno de los lugares más espectaculares de Granada, el Palacio de los Córdova, donde el telón de fondo es la Alhambra. La noche se prefigura como un acontecimiento repleto de sensaciones, donde la guitarra flamenca tomará acento propio y el eco de la escuela de una saga centenaria.

La saga de Los Habichuela se remonta al siglo XIX. Son ya seis generaciones de artistas de reconocido prestigio dedicados a las diversas modalidades del flamenco, aunque la guitarra ha sido la que le ha otorgado mayor reconocimiento. Su fama es mundial. Los Habichuela tienen su origen en el Albaicín, se dieron a conocer en el Sacromonte y el último en incorporarse a la nómina artística ha sido Juan Habichuela Nieto, que comenzó su carrera profesional a los quince años acompañando a Enrique Morente. No fue una casualidad, puesto que antes dedicó durante mucho tiempo once horas diarias al estudio de la guitarra.

Juan Habichuela Nieto levanta pasiones allá donde actúa. Fue en 2008 cuando se presentó en solitario en Madrid, Barcelona y Granada. En 2011 obtenía el Bordón de Oro del Festival de La Unión. Mi alma a solas fue su primer trabajo discográfico y el último dado a conocer esta primavera tiene como título 8 abrazos para Lorca. Es evidente su pertenencia a la escuela Habichuela que tanta gloria ha dado al flamenco y a la guitarra, pero también ha bebido en otras fuentes como las de Paco de Lucía o Tomatito.