Miguel de Unamuno conoció personalmente a Manuel Gómez-Moreno González en una visita a la Escuela Superior de Artes Industriales -la actual Escuela de Arte de Granada-. El entonces director del Consejo de Instrucción Pública le preguntó a ese "hombre tan cabal" como andaban de recursos en el instituto que el pintor dirigía. Él contesto: "¡Le tengo miedo al dinero!".

"Estábamos ante todo un hombre. Y hemos recordado aquella frase del noble granadino cada vez que hemos oído a un profesor exclamar: "¡Lo que nos hace falta es material y dinero para ello! Y le hemos replicado, después de recordarle la obra de Gómez-Moreno: "Lo que hace falta es espiritual y para ello hombres, hombres y hombres; y fe". Y fe en los hombres, y hombres de fe y fe en la fe misma", recuerda el filósofo vasco, que define al artista como "un hombre completo, de un espíritu rectísimo, cultísimo, laboriosísimo". 

La anécdota sirve para ilustrar la polifacética y arrolladora personalidad del académico, el protagonista absoluto de la nueva exposición que ha sido hoy inaugurada en el centro cultural CajaGranada en Puerta Real con motivo del centenario de su muerte. Arte y pensamiento descubre hasta el 21 de abril al intelectual que habitó en Gómez-Moreno. Óleos, dibujos, planos, fotografías y decenas de escritos del maestro de artistas dan cuentan de ello.

Una de las pinturas de Gómez-Moreno que se pueden ver.

La muestra se ha presentado esta mañana y ha contado con la participación de María Elena Martín-Vivaldi, presidenta de CajaGranada Fundación; Gloria Ruiz, subdirectora de cultura de la Fundación Cajasol; Javier Moya, comisario de la exposición; Esteban Fernández, de la Escuela de Arte de Granada y Fernando Carnicero, de la galería Ruiz Linares. También estuvo presente Fernando Bueno, director de CajaGranada Fundación. 

El retrato que le hizo Ángel Robles Quintana en 1917, propiedad de la Escuela de Arte de Granada, preside la exposición donde se reconocen las distintas facetas del pintor a través de una exquisita selección documental, artística y de gran valor patrimonial. El público no sólo conocerá al Gómez-Moreno coleccionista, museólogo y filántropo, sino también al abuelo que sostiene en sus piernas a una de sus nietas y al señor con bombín de excursión por las empedradas calles de Granada.

El comisario de Arte y pensamiento, Javier Moya, ha explicado esta mañana que la exposición se plantea "desde el lado intelectual, desde el pensamiento, la pedagogía artística e incluso la filantropía". El hilo conductor principalmente son sus escritos, pero al ser también artista, esta muestra dedicada a Gómez-Moreno resulta "muy original". "Además, tuvo muchos discípulos y seguidores de alto nivel que están representados, al igual que su colección particular, atesorada a lo largo de los años, riquísima y variada", ha destacado. 

Como pintor, su propuesta estética siguió patrones del academicismo ecléctico propio del Romanticismo tardío pero se desenvolvió siempre con autenticidad muy genuina, lo que le distinguió de buena parte los artistas contemporáneos. Su carrera transcurrió principalmente en su ciudad natal, reducida al espacio que le dejaron la ocupación docente y las crecientes aficiones arqueológicas, siguiendo un proceso que incorporó a los originarios presupuestos estilísticos un progresivo naturalismo. 

En Roma, dos años de dedicación exclusiva a la pintura y el avance en dirección de cierto realismo decidieron definitivamente su orientación estilística. Desde 1881 su actividad se ciñó de nuevo al ámbito granadino, donde hasta el final evolucionó sólida pero sin novedades importantes, siempre compartiendo tiempo y esfuerzo con la docencia y la investigación histórica. 

Las cotas de calidad alcanzadas en las mejores de sus obras no desmerecen de las realizadas por los más sobresalientes maestros de su tiempo. Por otra parte, su obra escrita constituye una aportación fundamental al nacimiento, en sentido moderno, de la historia del arte y la arqueología. El conocimiento de esa obra por el gran público se ha venido limitando a su trabajo capital, la monumental Guía de Granada de 1892, aunque es autor también de una riquísima obra dispersa. 

La joya de la corona

Entre las interesantes obras expuestas se encuentra Llanto sobre el Cristo muerto, una pintura atribuida al primitivo flamenco Hugo van der Goes. "Sin duda es la joya de la colección de Gómez-Moreno", ha afirmado el comisario de la exposición. El público también podrá ver "piezas muy notables de su colección de antigüedades" como un sarcófago romano del siglo II d.C y piezas ibéricas y nazaríes que se conservan en el Museo Arqueológico de Granada, que las ha cedido temporalmente para la muestra.

'Llanto sobre el Cristo muerto', pintura atribuida a Hugo van der Goes.

La exposición en Caja Real se suma a las muestras La mejor escuela -abierta al público hasta mañana en la Escuela de Arte de Granada- y El círculo del pintor -en el Anticuario Ruiz Linares hasta el uno de febrero de 2019-. "Hemos reunido expedientes personales, proyectos de renovación pedagógica y dibujos en su estancia en la Academia de San Fernando y Roma. No era muy amigo de los homenajes, pero durante un mes Gómez-Moreno ha vuelto a ser nuestro profesor y nuestros alumnos han podido disfrutar de su dibujo y técnica.  Agradezco a la Academia de Bellas Artes de Granada que nos haya cedido las obras", ha declarado Esteban Fernández, de la Escuela de Arte, en la presentación de Arte y pensamiento.

El galerista Fernando Carnicero, por su parte, ha agradecido a las instituciones su compromiso y ha recalcado que "como galería privada hemos hecho una aportación que tiene más que ver con la pintura del siglo XIX y los seguidores de Gómez-Moreno, una escuela de gran calidad, previa a la de los más conocidos López Mezquita o Rodríguez Acosta, que permite sacar a la luz a muchos autores muy desconocidos que, al verlos con ojos renovados y actitud contemporánea, resultan muy modernos".

Con motivo de la muestra se ha llevado a cabo una reconstrucción de la entrada de la Escuela Superior de Artes Industriales -la actual Escuela de Arte de Granada-. El letrero, las hojas de la puerta, el jarrón, los cordobanes -arte en cuero- y las maquetas de maquinaria originales que presidían el acceso de la escuela se pueden ver tal y como estaba hace más de 110 años -cuando el artista ejercía como profesor y director de la misma-.

Reconstrucción de la entrada de la Escuela de Arte de Granada en 1908.