No hacen falta globos aerostáticos para pisar el mundo. A Laví e Bel le basta con imaginación y mucha música. Oriente, París, Berlín o Latinoamérica son algunas de las paradas que realiza Cabaret líquido para contar multitud de historias. El espectáculo, que fue creado para la Expo de Zaragoza, llega hoy al Teatro Alhambra.

La veterana compañía granadina vuelve a recurrir a la libertad y teatralidad de los lenguajes del cabaret en esta obra de gran envergadura que ha realizado 132 funciones a lo largo de tres meses en el Teatro del Balcón de las Artes Escénicas del Recinto Expo. Aunque nació con seis programas, a Granada llega en su versión 'reducida' -de una hora y cuarenta minutos-, "con lo mejor de cada número", explica Emilio Goyanes, el director de Laví e Bel.

Cada uno de ellos componen el ritmo de un espectáculo que puede ser loco pero no incongruente. "Es loco porque es imaginativo. No te permite hacer un discurso racional cuando lo ves sino que te va metiendo en diferentes mundos y tú no tienes más remedio que o meterte o no, pero no pensártelo. Es para disfrutar de lo que estás viendo. No es de una racionalidad lógica o cotidiana".

Cabaret líquido es una vorágine de historias por donde se pasean la bellísima reina Nefertiti, geishas ataviadas con sus típicos abanicos cantando jazz o la mismísima muerte, que aparece aquí de una forma divertida en una opereta cargada de humor.

La influencia del circo, la magia, el clown, las canciones o la coreografía son esenciales en la obra. El cabaret, explica Emilio Goyanes, "te permite abordar una infinidad de temas y la no obligación de contar una historia, sino las que te apetezca y mezclarlas, y crear contrastes, y llegar al público de una manera muy directa".

En el espectáculo hay una serie de números ambientados en diferentes momentos históricos o zonas geográficas que van desde el Antiguo Egipto a un popurrí de clásicos de revista de los años 20 en España. Los constantes cambios de vestuario y la impresionante carga visual de la obra sitúan al espectador en una especie de tiovivo por donde ver el mundo sin levantarse de la silla.

Con música en directo, Cabaret líquido cuenta con cinco actores y cuatro músicos -piano, bajo, percusión y clarinete- que tocan canciones japonesas, funky, revista o jazz, dependiendo del número.

Eros y Tánatos son los grandes protagonistas. El amor y la muerte. Esta última está presente en varios momentos "y no sé muy bien por qué... pero lo hace de una manera lúdica, como la viven los mexicanos, que la invitan a comer con ellos", dice el director de la compañía. El número de las geishas, por ejemplo, cuenta la historia de un hombre que se va a suicidar y una cereza que cae del cerezo bajo el que está le salva la vida porque la prueba y le trae recuerdos de sabores de su infancia.

El amor aparece en el número del popurrí de revista de los años 20, "que es cuando se da en España la lucha de los sexos, ideas un poco revolucionarias en cuanto a la forma de entender el amor y el sexo".

No hay tecnología ni proyecciones. Humor, música, contrastes de ambiente, truco, lentejuelas, imágenes poéticas, amor y muerte componen Cabaret líquido, un nombre escogido por dos razones. Una, por el homenaje de la Expo de Zaragoza al agua; y otra, por la capacidad del teatro para escurrirse entre las manos. Como argumenta Goyanes, "en este cabaret agua no iba a ver, pero es líquido por la calidad de los materiales que lo forman, que se te escapa entre las manos, se escurre, y al final te deja impregnado... ésa es la sensación. El teatro es algo vivo, algo presente, y que justo cuando lo ves se está muriendo".

El lenguaje del cabaret ha estado presente en los 16 espectáculos de Laví e Bel desde su nacimiento en 2002, especialmente en Cabaret Caracol, Cabaret Nómada y Petit Cabaret. De hecho, Cabaret líquido cuenta con la influencia de todos ellos. "Llevamos haciendo cabaret mucho tiempo y en la Expo nos pidieron que organizáramos un espectáculo así. Desarrollamos seis programas diferentes con ideas algunas almacenadas, otras de espectáculos anteriores y otras totalmente nuevas".

El éxito obtenido en Zaragoza, "donde acudían 900 personas cada día e incluso repetían" avalan la experiencia de una compañía que, tras Granada, presentará su espectáculo en el Teatro Central de Sevilla -los próximos 6 y 7 de febrero-, y en Fuenlabrada en el mes de marzo.

Además, Laví e Bel seguirá con la gira de su anterior obra Sol y luna, con 190 funciones a lo largo de este año.

Mientras tanto, explica Emilio Goyanes, las ideas nunca paran y ya están creando un nuevo espectáculo, esta vez dirigido especialmente para niños, y que tratará sobre naúfragos.

5