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La adaptación de 'Lectura Fácil', la novela de Cristina Morales, se presenta en San Sebastián envuelta en polémica

  • La autora había criticado la versión televisiva semanas antes de su estreno y ahora la directora ha respondido

  • Entre los reproches de la escritora, se encuentra la falta de crítica "al 'establishment' contemporáneo de la discapacidad y la salud mental"

  • Cristina Morales, un Premio Nacional de Narrativa radical

La directora y guionista Anna R. Costa (c) junto a las actrices de 'Fácil' en la presentación de San Sebastián

La directora y guionista Anna R. Costa (c) junto a las actrices de 'Fácil' en la presentación de San Sebastián / Javier Etxezarreta / Efe

Anna R. Costa no lo ha tenido Fácil con la adaptación a la pequeña pantalla de Lectura Fácil, la novela de Cristina Morales que ha sido presentado este martes en el Festival de San Sebastián como paso previo a su estreno en plataformas. El reto de la cocreadora de Arde Madrid era, desde luego, mayúsculo, pues el texto de Morales, por el que se alzó con el Premio Nacional de Narrativa, tiene una estructura libérrima y anárquica, difícil de trasladar al rígidos cánones de la televisión de masas. Pese a todo, cuando Costa leyó por primera vez el texto, sintió la imperiosa necesidad de llevarlo a la televisión, un proyecto en el que la propia escritora estuvo de acuerdo, una decisión de la que, en algún momento, se arrepintió, según se deduce de la situación actual. 

Todo comenzó hace unas semanas, cuando la autora del texto original publicó una columna, bajo el nombre de Crispina Morales, en la versión web de Rockdelux, en la que, bajo el nada equívoco título de Nazi, censuraba la adaptación, acusando a Costa de blanquear su mensaje pues "no se critica al establishment contemporáneo de la discapacidad y la salud mental porque se pretende llegar a un gran público democrático". Cabe recordar que Lectura Fácil se centra en cuatro mujeres (a las que ahora dan vida Ana Marchessi, Coria Castillo, Anna Castillo y Natalia de Molina), que viven en un piso tutelado, mientras reflexionan sobre sus opresiones y se revuelven contra ellas y contra la determinación que se les ha impuesto desde los servicios sociales.

Precisamente a estas instituciones también apunta Morales en su crítica, cuando apunta que el mismo público que consumirá Fácil es el que "dota a los servicios sociales de mesiánicos poderes de integración en el capitalismo de mierda" y que deliberadamente "oculta la verdadera naturaleza de las trabajadoras sociales: policías, desde el comisario que unta a los jueces hasta el suboficial que apalea a los manteros".

Imagen promocional de la serie. Imagen promocional de la serie.

Imagen promocional de la serie. / Movistar+

Ante estas descalificaciones, la rueda de prensa de la adaptación tenía la escaleta fijada. A preguntas de los periodistas, Costa afirmó que Morales "había visto la serie y le había gustado", aunque reconoció que no estaba de acuerdo con algunos personajes, como el de Nati (trasunto de la autora en las páginas de la novela), pero sí con otros, como Marga y que "más o menos lo había visto equilibrado y le parecía un buen producto", por lo que no entiende las críticas "meses después". 

"Si quería opinar sobre la serie quizás lo podíamos haber hablado antes, de lo que supone escribir, dirigir y producir una serie, y que en todo caso ella de lo que podía opinar es de lo que ha cobrado", afirmó la directora en el encuentro con los medios, en un intento de zanjar la polémica y centrarse, como Umbral, en hablar de su serie. 

Pese a todo, la polémica siguió y Costa terminó revelando algunas de las diferencias con Morales, especialmente en el tratamiento de los trabajadores de la institución que se ocupa de las protagonistas. "Todos los personajes que trabajan para la institución en novela son los malos y tenía interés en que fuese radicalmente opuesto", explicó la directora, para quien "una cosa es la institución y otra las personas, que tienen hijos, canas o la regla".

Desde la primera reunión con la autora original, contó la directora, le planteó esta postura, quien no deseaba identificar a quien representan el lado más duro de la sociedad y "tutelan, prohíben y ponen las reglas", con sus opiniones propias.

El problema de la inclusión

Otra de las polémicas surgida de Fácil es la ausencia de actrices con discapacidad (tan solo Ana Marchesi) para los papeles de cuatro amigas con discapacidad. En este sentido, en una entrevista a El Confidencial, la directora reconoce que su objetivo era llevar al máximo el lema de las asociaciones, "nada de nosotros sin nosotros", pero la realidad del rodaje le ha hecho imposible cumplir este cometido.

Así, desarrolla Costa, después de consultar a expertos y hablar con personas con capacidad vio que era "imposible". "No podían repetir un texto o repetirlo muchas veces. A lo mejor una persona se levanta de una manera y no va al rodaje. Para plantearte un trabajo desde ellos tienes que hacer un documental que parta desde ellos. Pero no que parte de un texto", explica la directora. 

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