La Alhambra como punto de partida para repoblar Granada de cultura. Con ese objetivo la directora general del Patronato de la Alhambra y Generalife, Rocío Díaz, presentó hace unos meses el ciclo de conciertos 1001 músicas, que durante todo el mes de septiembre llenaría de música el Teatro del Generalife.

Love of Lesbian fueron los encargados, el día 3, de poner en marcha este ciclo con el que se busca, de paso, ayudar a un sector que se ha visto perjudicado, como tantos otros, por la crisis del Covid-19 y el fin de los conciertos y festivales. Ayer, llegó el ecuador de este ciclo con Lori Meyers.

Los lojeños saben bien cómo ha afectado la pandemia a la música. Llegan a la Alhambra con su último trabajo, Espacios infinitos, a punto de salir al mercado (está previsto para octubre de 2021), aunque la banda ya ha soltado algunos avances, algunos concebidos en la vieja normalidad, como Hacerte volar, Presente o Punk, que abrieron la boca de sus fans y anoche hicieron las delicias de los asistentes al ciclo.

El concierto comenzó a las 21:30 horas y se extendió hasta bien entrada la media noche. La noche que ofrecieron los lojeños no se acercó a las mil con las que Sherezade deleitó al sultán, pero seguro que permanecerá en el recuerdo de los asistentes tantas noches como Sabina tardó en olvidar a su amante.

“Para nosotros tocar en la Alhambra va a ser un hito en nuestra carrera”, aseguró Alejandro Méndez, guitarrista del grupo, durante la presentación del ciclo de conciertos. Y no le falta razón, el monumento nazarí es casi un símbolo del indie en Granada, pues bajo él se celebraba el Alhambra Sound.

Ahora, el monumento volverá a ocupar un lugar prominente dentro de la música granadina porque, con este ciclo de conciertos, dará el pistoletazo de salida para el resto de la temporada, que incluye eventos como el Granada Sound (que recoge el testigo del Alhambra Sound), el Bull Festival o el Granada Urbana, todos ellos síntomas de que la cultura vuelve a la normalidad.