Flamenco

El granadino Manuel Liñán cierra el Festival Niebla con su espectáculo '¡Viva!'

  • La representación se concibe como "un canto a libertad de movimiento" y un grito " a la libertad de la transformación"

Una de las últimas funciones del espectáculo '¡Viva!' antes de la crisis del coronavirus.

Una de las últimas funciones del espectáculo '¡Viva!' antes de la crisis del coronavirus. / Miguel Ángel González

El espectáculo ¡Viva!, de Manuel Liñán -Premio Max del Público-, clausura este sábado 14 de agosto la 36 edición del Festival Castillo de Niebla. Este espectáculo está concebido como "un canto a la libertad del movimiento, donde lo femenino es abrazado como propio, desde el cuerpo masculino, donde los patrones de género, en un mundo codificado como el flamenco se rompen desde la alegría y el gozo, creando nuevos terrenos que, aunque inexplorados, no nos resultan lejanos".

Según ha indicado la Diputación de Huelva en una nota de prensa, Liñán ha explicado que de pequeño se encerraba en su cuarto y se vestía con la falda verde de su madre. "Me adornaba el pelo con flores, me maquillaba, y bailaba a escondidas. Ese baile era impensable fuera de esas cuatro paredes". De esta memoria "íntima" de la infancia nace ¡Viva!, "en unas circunstancias, donde reglas sociales y artísticas, imponen de alguna manera a que el artista deba manifestarse según su género".

"Después de que la ilusión el deseo y la necesidad se hayan visto aislados, permaneciendo en silencio durante años, ¡Viva! ve la luz, rememorando aquellos instantes. Dejando abierta esa puerta que separa, lo que se convirtió en privado con lo publico", reza la sinopsis del montaje. "Un grito a la libertad de la transformación, que no siempre implica una manera de enmascararse, si no mas bien una desnudez".

En clave de celebración, Liñán propone la pluralidad del baile, las distintas formas y la singularidad de cada una de ellas. Junto a seis bailaores-bailarines, que serán los encargados de "explorar y bucear en este universo fascinante del travestismo", y exponer así, "la parte formal de estas identidades, que forman nuestra propia naturaleza".

En ¡Viva! participan, además de Manuel Liñán, los bailaores Miguel Ángel Heredia, Manuel Betanzos, Jonathan Miró, Hugo López, Víctor Martín y Daniel Ramos, un elenco que completan las voces de David Carpio y Antonio Campos, la guitarra de Francisco Vinuesa, el violín de Víctor Guadiana y la percusión de Kike Terrón. Esta es la segunda vez que el bailaor y coreógrafo se sube a las tablas del Castillo de Niebla, donde actuó con Reversible en 2016.

"El flamenco, como el ballet y no tanto la danza contemporánea, discrimina por géneros. En lo puramente técnico hay un trabajo para el hombre y otro para la mujer", ha señalado. Liñán siempre se mostró "rebelde" y se manifestó inconforme bailando con bata de cola para Rafaela Carrasco y luego, de manera autodidacta, aprendiendo por su cuenta. Pero hay un distanciamiento importante. La directriz del coreógrafo fue "buscar en el fuero interior de cada uno lo femenino, escondido o reprimido, que ya estaba allí. De forma que no interpretan papeles sino que son ellos mismos, vulnerables y en una faceta inexplorada que valientemente comparten con el público", se ha escrito del espectáculo.

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