Cerca de setecientas personas fueron las afortunadas en presenciar en directo en el Día de San Valentín el recital que ofreció en el Auditorio Medina Elvira de Atarfe la cantante María Dolores Pradera, que desde hace más de un mes colgó en taquillas el "no hay entradas".

El aforo del teatro era variopinto pues se mezclaban públicos de todas las edades, desde jóvenes veinteañeras con sus parejas, matrimonios que vivieron su adolescencia en los setenta y personas de avanzada edad. Pero lo cierto es que todos tuvieron su momento personal dentro de un amplio repertorio que Pradera desgranó con maestría y una voz pletórica y emocionada en el Día de los Enamorados. Un repaso interesante a toda la discografía de esta mítica figura de la canción.

La flor de la canela, Caminito verde, María la Portuguesa, en homenaje a Carlos Cano, y también desgranó canciones en recuerdo a su amiga Rocío Dúrcal. Los aplausos de reconocimiento atronaron en el auditorio y un público entregado la hizo salir hasta en tres ocasiones al escenario. La cantante tubo palabras de reconocimiento para el Auditorio, del que dijo tenía uno de los mejores registros acústicos que ella había conocido en su dilatada carrera musical. Fue un concierto entrañable y de enorme calidad.