Artistas de Granada

Los postulados cerámicos de Mercedes Lirola

  • Su nombre destaca entre los artistas granadinos con potencial y clarividencia

Los postulados cerámicos de Mercedes Lirola

Los postulados cerámicos de Mercedes Lirola / G. H. (Granada)

La cerámica, sin dejar lo que fue, aquella manifestación creativa con funciones y circunstancias de variada índole, ha accedido a los máximos estamentos de la creación artística a base de poderosas formulaciones plásticas y estéticas que abren los más inesperados senderos en un sistema artístico de vasta y apasionante expansión. No es la primera vez que nos encontramos la sutil y entusiasta historia creativa de Mercedes Lirola, una autora a la que hay que implicar en el extenso registro de los artistas granadinos con potencial y clarividencia para contar con ella y darle su justa medida en el ambicioso tejido plástico de Granada.

Mercedes Lirola es granadina y su trabajo comenzó a tomar visos de máximos muy pronto, dejándose ver en los muchos buenos ambientes que consideraron a los postulados cerámicos como un patrimonio más dentro de los amplios caminos del arte contemporáneo. Es titulada como Técnico Superior en Cerámica Artística, formándose, además en numerosos cursos de lo mejor de la modalidad por toda España. Sus comparecencias individuales han sido continuas –Arrabal, La Empírica, Santiago Collado, Casa de los Tiros, Galería Alfajar de Málaga, entre otras-, siendo sus apariciones en muestras colectivas numerosísimas y de profundo calado entre lo mejor a lo que se puede aspirar; llevando siempre como bandera una cerámica renovadora, inmersa en los territorios del arte más inmediato cuya diferencia con los postulados habituales era sólo el material constitutivo de las obras, dejando claro que los conceptos plásticos, si están bien configurados, tienen las mismas proyecciones artísticas que cualquier otra argumentación expresiva.

A Mercedes Lirola ya se le ha quedado pequeño el mero sistema de representación por el cual la cerámica planteaba una única posición que pretendía asumir su realidad como sujeto matérico. Ella ha dado buena cuenta de los infinitos alcances que con el noble elemento se podía alcanzar. Su realidad ya busca nuevos derroteros. Ha conseguido que su patrimonio artístico no se quede en un solo desarrollo. Su nombre está detrás de un muy buen planteamiento artístico. Ella sabe manipular el elemento plástico y posicionarlo en un estamento cuyas perspectivas son ilimitadas. Contenido y continente siempre han formulado sus justos registros para que cada pieza abra un horizonte artístico lleno de entidad y trascendencia. Lo hemos visto a lo largo de sus exposiciones. Pero su potencial creativo ha ido creciendo y desencadenando nuevas argumentaciones. La presentación escueta de piezas por separado ha dado paso a una entidad expositiva mucho mayor. En su exposición de la Galería Arrabal hay un nuevo modelo creativo.

El concepto, poderoso, abierto, inquietante y generador de máximas expectativas, necesita espacios intervencionistas donde la obra genere y provoque nuevos compromisos. La realidad plástica sigue marcando la solvencia que caracteriza su obra pero, además, hay un interés por la actuación espacial, por la instalación que provoque una acción comprometida entre el autor, el espectador y la propia pieza. La obra requiere de nuevas y más contundentes miradas, el íntimo gesto creativo se revuelve para que sea necesaria la complicidad máxima del espectador. Las piezas conforman un todo que buscan el apoyo escénico y compresivo del visitante. Ellas suscriben una idea, abren las perspectivas de una metáfora, provocan un compromiso expectante y dejan abiertas las compuertas para sumos guiños de complicidad. Aquel “Eppur si muove” de Galileo puede ser el germen impulsor. Todo se mueve en torno a una realidad abierta, expansiva, gigante.

La naturaleza sirve de espacio escénico para que todo desarrolle infinitos caminos de interactuación. Lo que es, es; sin embargo, su propio desarrollo se abre a multitud de nuevas circunstancias. La artista no se queda sujeta a un único estamento creativo; tampoco se limita a la simple realidad de un compromiso artístico rigurosamente establecido. Necesita más, quiere ampliar horizontes y se abre, por ejemplo, a una bandada de pájaros que auguran perspectivas diáfanas. También lo humano es parte de esa metáfora incontenida y descubre sus inquietudes, sus dudas, sus miedos; todo aquello que le hace interrogarse sobre una realidad donde todo es posible y que, en esta ocasión, lo artístico puede ser un bálsamo que atempere muchas de las esquivas realidades sociales.

En la exposición de la galería del Realejo, Mercedes Lirola ha ofrecido un sugestivo juego de posiciones artísticas. Su realidad ceramista no ofrece la menor duda; es poderosa, sutil, llena de contundencia formal. Sin embargo, en esta nueva comparecencia hay mucho más que el gesto sublime de la emoción estética. La artista granadina busca rumbos emocionales que cambien los horizontes habituales. Todo ha de moverse para encontrar un nuevo sistema de amplísimo espectro; lo social, lo natural, lo artístico, lo vivencial, lo humano… ha de generar novedosas posiciones. El arte, en su infinita dimensión puede contribuir a ello. La artista granadina, así lo cree. Por ello nos descubre un horizonte de nuevas identidades plásticas y estéticas.

Mercedes Lirola que nos convenció con su particular estamento creativo, da un paso más y genera la expectante realidad de una plástica que no tiene límites.

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