El cantaor Miguel Poveda, nombrado hijo adoptivo de Castril

"Me alegra que la música flamenca siga viva hoy, porque, desafortunadamente, está quedando más huérfana al haber perdido a grandes artistas de este género". Así se expresó ayer el cantaor flamenco Miguel Poveda durante el acto oficial en que recibió el título de hijo adoptivo de la localidad de Castril, tan vinculada, por otra parte, al escritor portugués José Saramago, premio Nobel de Literatura.

Poveda recibió el nombramiento en un acto que tuvo lugar en la Casa de los Tiros, con la presencia del delegado de Cultura de la Junta de Andalucía, Pedro Benzal, la eurodiputada María Escudero y el alcalde de Castril, Juan Mar, y que contó con numeroso público aficionado al flamenco que se había desplazado incluso desde Castril.

Poveda destacó que el hecho de que gente joven se preocupe de grabar cante antiguo o tradicional "es un acto de valentía tremendo" y aseguró que se siente orgulloso por tener alrededor a personas que están empezando.

"Esto se queda tan huérfano de grandes figuras como la Fernanda, la Paquera, Valderrama, Chocolate, el Turronero o Chano Lobato", que son figuras "personales y arrolladoras en sus géneros" señaló.

Poveda, para quien su amor al flamenco está por encima de él, reconoció que le da miedo pensar en el futuro de este género musical, aunque cuando ve a jóvenes que se arriesgan a desarrollar proyectos se siente "muy orgulloso".

El cantaor barcelonés comparte el título de hijo adoptivo de Castril con el premio Nobel de Literatura José Saramago, cuya esposa, Pilar del Río, es natural de esa localidad.

Poveda indicó que desde el consistorio castrileño ya le han propuesto desarrollar un trabajo con poemas de Saramago relacionados con el municipio, aunque adelantó que no será hasta el próximo año cuando comience a profundizar en él porque "debe tener una estructura bien pensada y se puede hacer una obra muy bonita".

El cantaor recordó, por otra parte, que no podrá olvidar nunca que, cuando comenzó su carrera y aún no era prácticamente conocido, en Castril fue recibido y acogido como si de una primera figura del cante se tratase. También se ofreció al pueblo tanto profesional como personalmente y anunció que espera este verano volver a cantar en Castril.