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  • Tres compositores granadinos, José García Román, Juan Alfonso García y Francisco González Pastor, estrenan seis obras con la Orquesta Filarmónica de Málaga y tres coros

El próximo sábado, la Catedral de Granada va a ser testigo de un hecho, cuando menos, sorprendente si no histórico: el estreno simultáneo de seis obras sinfónicas y corales de tres compositores granadinos vivos y en activo. Si ya el estreno de una obra es motivo de expectación en el Festival Internacional de Música y Danza o en el Auditorio Manuel de Falla, el estreno de seis obras va a ser todo un delirio para los aficionados a la música en Granada. La Catedral de Granada se convertirá, por unas horas, en la Catedral de la Música.

José García Román, Juan Alfonso García y Francisco González Pastor. Ésos son los tres creadores que expondrán al público lo último que ha salido de sus pentagramas. Los tres son miembros de la Academia de Bellas Artes de Granada, que impulsa el proyecto, y los tres tienen una trayectoria de una enorme reputación. El motivo que los ha concitado a unir sus fuerzas es la idea de realizar una ofrenda musical a los miembros de la Academia fallecidos. La Orquesta Filarmónica de Málaga, el Coro de Voces Blancas de los Padres Escolapios, la Coral Lauda y el Coro de la Facultad de Ciencias de la Educación serán los oficiantes. En total, más de 200 músicos sobre el escenario.

"Todo esto surgió en el año 2002, cuando se celebró el 225 aniversario de la creación de la Academia de Bellas Artes de Granada", explica José García Román, presidente de la institución. "Se nos ocurrió que, entre los actos extraordinarios, podíamos hacer una ofrenda musical a los miembros fallecidos. Decidimos hacerlo en la Capilla Real, que es un lugar que representa una de las señas de identidad de la ciudad. La iniciativa tuvo tanto éxito, especialmente el año pasado, que el aforo quedó completamente desbordado. Hubo casi problemas de seguridad de la cantidad de público que asistió".

Los miembros de la Academia acordaron, para este año, organizar una gran ofrenda musical el 14 de noviembre, aniversario de la muerte de Manuel de Falla, pero esta vez en la Catedral, con un aforo de más de mil personas sentadas. A García Román se le ocurrió la idea de que, en lugar de programar a compositores como Bach o Haendel, que había sido lo habitual en los últimos años, sería un buen detalle que académicos vivos compusiesen obras en recuerdo de los compañeros muertos. Juan Alfonso García y Francisco González Pastor aceptaron con entusiasmo la idea y se pusieron a trabajar en las nuevas partituras. La Orquesta Filarmónica de Málaga, por su parte, se ofreció a estrenar las obras de manera gratuita. Y el cabildo cedió la Catedral. "Todo ha sido un acto de generosidad y de gratitud hacia los académicos fallecidos", señala García Román.

Las obras que se estrenarán son Porta temporis y Absolve Domine, de Francisco González Pastor, Epiclesis II y Nunc dimittis, de Juan Alfonso García, y Psalmus XXII e In Paradisum, de José García Román. Todas ellas, de gran plantilla orquestal y enorme profundidad.

"Compuse Epiclesis I en 1976 con motivo del centenario del nacimiento de Manuel de Falla", comenta por su parte Juan Alfonso García, que ahora mismo se encuentra en un delicado estado de salud. "Originalmente era una obra para órgano que unos años después orquestó Francisco Guerrero. Yo hice una segunda orquestación en los años noventa. El pasado verano, cuando surgió la idea de la ofrenda musical, decidí realizar una segunda orquestación, que es la que se va a estrenar ahora. He querido hacer una versión más sencilla, más diáfana que la anterior. Es una meditación musical que tiene como telón de fondo la visión de Ezequiel de El Valle de los Muertos. La obra son fundamentalmente dos crescendos musicales muy intensos".

Continúa el compositor: "Nunc dimittis la escribí a comienzos de este año. Se trata de una obra para coro y orquesta que tiene que ver mucho con mis circunstancias actuales, en las que, después de un infarto, me tengo ahora que someter a un tratamiento de diálisis que me deja agotado por completo. La obra se basa es una plegaria de San Lucas que dice 'Señor, ya puedes dejar a tu siervo irse en paz'. Es la plegaria que tenemos los viejos".

Francisco González Pastor, por su lado, define la primera obra que se interpretará en la Catedral, Porta temporis, como una pieza inspirada "en un texto muy bonito de Benedicto XVI, que dijo que la puerta del futuro ya está abierta".

"Este texto me ofreció la oportunidad de hacer un viaje sonoro de lo más oscuro hasta lo de mayor transparencia. Hay una cierta simbología musical y una utilización velada de una melodía gregoriana que funciona como lamento. Es como partir de la profundidad hacia una mayor claridad".

Su segunda composición, Absolve Domine, es una pieza pensada originalmente para coro. "Pero resultaba un trabajo excesivo para que lo realizara un coro y decidí hacer una orquestación en la que el texto está presente, pero sin aparecer", explica. "Hay antecedentes al respecto en la Sinfonía de requiem, de Britten y, según se ha descubierto ahora, en la Suite lírica, de Alban Berg, que tenía un texto que fue finalmente retirado. La obra es una especie de lamento que cuenta con unas armonías más triádicas en las partes en las que debería haber intervenido el coro. El texto es una petición de perdón de los muertos. Yo lo he concebido más como unas palabras en boca de los vivos".

"Yo he presentado dos obras de estilos muy diferentes", señala por su lado José García Román, que hace unos años impactó en el Festival Internacional de Música y Danza con un formidable Requiem que, inexplicablemente, no ha sido grabado todavía por ninguna orquesta, quizá debido a su tremenda aparatosidad y envergadura.

"El Psalmus XXII es una obra tonal. Yo nunca he renunciado a la tonalidad porque considero que ser moderno es otra cosa. Los vientos de las vanguardias demolieron ciertos conceptos que deben volver a renacer, y la tonalidad es uno de ellos. La modernidad está en el corazón. El salmo tiene una orquestación muy ambiciosa sinfónico-coral".

"La otra obra, In Paradisum, se mantiene en la línea estética del Requiem. Yo, ahí, sigo en la línea estética de Hanz Werner Henze, un compositor que se enfrentó a Boulez y Stockhausen reclamando su derecho a que el creador debe estar libre de modas. Yo también pienso así: el artista es libre. El contrato lo tiene un compositor consigo mismo".

Respecto al concierto en sí, García Román señala: "Queríamos hacer un acto a la altura de Granada y la Catedral va a ser testigo de un acto histórico, espectacular, cuando el público pueda ver a más de doscientos músicos sobre el escenario, con la Filarmónica de Málaga bajo la dirección de Juan Luis Pérez". El concierto, gratuito, tendrá lugar a las 20.00 horas. Las invitaciones se repartirán a partir de las 17.00 horas en la Capilla Real. Serán las invitaciones a un gozo sonoro.

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