Los miembros de la Orquesta Ciudad de Granada nunca habían estado tanto tiempo sin verse y sin ensayar en grupo desde su fundación (hace ya la friolera de 30 años) debido a la crisis del coronavirus. La formación volverá al auditorio Manuel de Falla en una semana para preparar, junto al Coro y Joven Coro de la OCG, el Réquiem de Mozart que interpretará en la Catedral días después como concierto inaugural de la 69 edición del Festival de Música y Danza.
Mientras tanto, la orquesta intenta volver a la nueva normalidad y algunos de sus miembros reanudan su actividad pública dentro del proyecto social El corazón de la OCG. Este es el caso de los violinistas Peter Biely y Atsuko Neriishi que, junto a la narradora y actriz Beatriz Caruana, actuaron este fin de semana con el recital Música y cuento en la Residencia para personas con diversidad funcional Hermanas Hospitalarias de Granada-Fundación Purísima Concepción.
El director del centro, Ildefonso González, y la psicóloga Ascensión Serrano fueron los encargados de recibir y atender a los miembros de la OCG, que haciendo gala al nombre de la residencia fueron recibidos con una gran hospitalidad. Medio centenar de personas, entre residentes y personal administrativo y sanitario, conformaron el público que disfrutó del concierto con fragmentos de obras de Boccherini, Mozart, Bartok, Haendel, Wieniawaski, Rouse y Offenbach sobre un cuento de la escritora Sara Ropero.
Tras la finalización del espectáculo, le entregaron a la OCG una placa recordatoria en agradecimiento "por traernos notas de luz en momentos de sombras". Una tarde de música y emoción que quedará siempre en el recuerdo los asistentes. La formación ya puso banda sonora a la desescalada hace dos semanas. Varios miembros de la formación musical dieron un concierto reducido en la Placeta de los Cármenes de la Muralla para amenizar la tarde noche a sus vecinos y festejar el paso a la fase 2.
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