Literatura

Pepa Merlo saca a la luz las poetas olvidadas de la primera mitad del XX

  • La investigadora presentará en Granada el próximo día 22 su nueva antología de voces femeninas de la primera mitad del XX

Pepa Merlo saca a la luz las poetas olvidadas de la primera mitad del XX

Pepa Merlo saca a la luz las poetas olvidadas de la primera mitad del XX / José Velasco/ Photographers (Granada)

Con ‘Peces en la tierra. Antología de mujeres poetas en torno a la Generación del 27’, las filóloga y escritora Pepa Merlo iniciaba en 2010 el recorrido por una fructífera senda de investigación que le ha traído no pocas satisfacciones personales y laborales. Por ejemplo, ver recuperado el nombre de muchas de esas voces injustamente relegadas y que ahora han llegado en muchos casos hasta los libros de texto. Ahora, la misma editorial, la Fundación José Manuel Lara, ha querido publicar en la colección de poesía Vandalia, la continuación de aquel trabajo. Con un traje de luna, diálogo de voces femeninas de la primera mitad del siglo XX. 

El criterio seguido en aquella antología primera abarcaba poemarios publicados hasta 1936, año en el que la Guerra Civil terminó con los movimientos estéticos de ese periodo. Como en otros ámbitos artísticos, las poetas del 27 se desenvolvieron con naturalidad entre sus compañeros de  generación, con las mismas influencias y ambiciones. Sin embargo, las escasas antologías publicadas, o bien repetían los mismos nombres o se limitan a hacer una enumeración en la que apenas se deja constancia de su existencia. Sin embargo, muchas autoras que participaron intensamente de la vida cultural de los años 20 y 30, no estuvieron dentro de la selección que se llevó a cabo entonces porque sus primeros poemarios habían visto la luz después de la contienda. Además, esta segunda antología recoge también una selección añadida de poemas pertenecientes a libros posteriores a 1936 de las poetas que ya formaban parte de la relación de Peces en la tierra.

La lista de poetas se amplía en este nuevo trabajo con seis nuevos nombres -Mercedes Pinto, Ángela Figuera Aymerich, Maruja Falena, Ana María Martínez Sagi, Dolores Arana y Alfonsa de la Torre– a la vez que se suprimen dos de los que aparecen en Peces en la tierra, Josefina Bolinaga y Esther López Valencia, pues poco más podía aportarse de su producción a la selección allí recogida. Y en el apéndice aparecen otros diez –Ana Inés Bonnin, María Alfaro, Chona Madera, Ester de Andreis, Concha Zardoya, Susana March, Trina Mercader, Luz Pozo, Mercedes Chamorro y María Beneyto– escogidos entre los muchos que podrían acompañarlos, que darían para otro volumen. "Por fortuna, la lista es un pozo sin fondo, pero llega un momento en el que tienes que hay que decantarse, aunque da para hacer una enciclopedia", relata sobre el proceso de elección del volumen, que no ha sido fácil. 

Incluye nuevos nombres: Mercedes Pinto, Ángela Figuera Aymerich, Maruja Falena, Ana Martínez, Dolores Arana y Alfonsa de la Torre

 “El criterio que fundamentó Peces en la tierra era incluir poemarios publicados hasta 1936, para visibilizar a las poetas que estaban publicando en el mismo momento en el que lo hacían los componentes reconocidos de la llamada Generación del 27, compartiendo con ellos revistas, editoriales, etc. Una vez reivindicadas se hacía necesario, por un lado, ampliar el cómputo de poemarios, para de este modo, mostrar la evolución poética que experimentaron y, por otro lado, ampliar la lista de nombres", explica Merlo, columnista de Granada Hoy y responsable también de una recopilación de testimonios sobre ocho mujeres víctimas de la represión franquista, El haza de las viudas (2009).

El título de este segundo volumen proviene de un verso de Concha Méndez. "Me pareció muy apropiado teniendo en cuenta el vínculo íntimo entre la luna y lo femenino, pero, sobre todo, la idea metafórica de la figura de la mujer a la sombra de lo masculino, brillando con luz ajena, como la luz de la luna, una luz que no le pertenece, reflejo del sol, y a partir de esta idea, todos los tópicos que a lo largo de la historia se han creado en relación a la luna y lo femenino", explica la antóloga.

En el prólogo de esta segunda entrega, que llega 12 años después, Merlo recuerda que más allá de las características estéticas que definieron al Grupo del 27 y los diferentes elementos poéticos que influyeron en los poetas de la primera treintena del siglo pasado y que fueron explicados en la introducción de Peces en la tierra, ahora hay que esclarecer el momento. Se trata de conocer la ilusión que supuso un periodo de esperanza en su desarrollo social y cultural y cómo se volvió, después de la contienda, a situar a la mujer en el mismo punto del que venía. 

Encontramos puntos comunes en sus biografías porque, en palabras de la propia Merlo, "todas tuvieron vidas de novela". Unas trayectorias vitales que están interrelacionadas de alguna manera, porque lo nombres de unas y otras van cruzándose. Coinciden, colaboran, se ayudan en un debate que implica a políticas, pedagogas, escenógrafas, pintoras que diseñarían las cubiertas de los libros de las poetas, portadas de revistas, ilustraciones de poema. Son mujeres que contarán unas con otras para antologías, o simplemente en la vida, compartiendo, organizando juntas proyectos culturales.

"No se trata de que haya sensación de grupo: son grupo y las une la historia"

Aunque la filóloga huye de las taxonomías que sólo sirven para simplificar y "ubicar a los autores de de forma más fácil a la hora de enseñar Literatura", Merlo reconoce que es "sí hay un hilo de unión entre ellas muy fuerte, aún sin conocerse": "No se trata de que haya sensación de grupo, son grupo, y las une la historia, el momento tan peculiar de cambio que supuso la primera treintena del siglo XX. Son la generación de la República".

"No puede tenerse una visión total de la historia mientras que quede oculta una parte importante. Contar sus vidas es fundamental, pues a diferencia de los poetas, ellas, en una sociedad en la que la mujer no cuenta. Por eso, algunas prefieren perder su condición de mujer para poder visibilizar su obra y firman con nombre masculino o delegan en la pareja la autoría de sus composiciones. Y, se haga o no estudio crítico de su poesía, es imprescindible la publicación de los poemas, pues hablan por sí solos", agrega. 

Para Merlo, todas fueron mujeres que destacaron en su momento por lo que hay que subrayar "el hecho de que se cuente con sus versos para las publicaciones de prestigio del momento, que se las incluya en antologías, que sean partícipes en las lecturas de poemas, etc.": "El problema no es que destacaran en su época, el problema es que, aún habiendo destacado, se las eliminara de los anales de la historia".

Sin embargo, todo eso ha cambiado en los últimos años. "Afortunadamente, las cosas han cambiado. Visibilizar los nombres de todas las mujeres, poetas, narradoras, políticas, pintoras, filósofas, médicos, abogadas, etc., a las que no se las consideró, ni siquiera para poder olvidarlas, ha sido determinante y es de justicia que no quede ni un solo nombre sin mencionar". Sin embargo, queda camino por recorrer. "Después del anterior volumen, se hicieron documentales, se reeditaron los libros de algunas de ellas... Hasta tal punto, que en los libros de Bachillerato empiezan a aparecer. Ahora bien, se comente un error. Uno mira el manual y tiene Generación del 27 con los mismos nombres de siempre. Luego, pasas la página, y ya aparecen Las sin sombrero, con algunas de ellas. Yo no pretendía eso, crear un gueto. Hay que normalizar". 

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