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Pioneros del Polo

  • En 2011 se conmemoran los cien años de la expedición del noruego Roald Amundsen y su equipo que se internó por primera vez en el corazón de la Antártida hasta llegar al centro del continente helado

Llegaron donde nadie había llegado antes en la historia de la Humanidad. Y padecieron por hacerlo. Cristóbal Colón 'descubrió' América, pero América ya estaba habitada cuando llegaron los españoles en 1492. A la Antártida, por el contrario, no había viajado ningún ser humano, y menos al centro del polo sur. Ésa fue la proeza que hicieron Roald Amundsen y su equipo en 1911 en una carrera pionera que costaría vida. Este año se cumple el centenario de aquella gesta.

Amundsen, nacido en Borge, Noruega, en 1872, procedía de una familia de capitanes de barco y propietarios de navío. De ahí que siempre sintiera inclinación hacia la navegación, aunque no pudo desarrollar plenamente su deseo hasta la muerte de su madre, cuando él contaba con 21 años de edad. A partir de aquel momento comenzaría su pasión marinera. Inmediatamente quiso implicarse en la exploración de los polos.

En 1897, Roald Amundsen participaría en un primer intento de llegar hasta la Antártida en una expedición belga comandada por Adrien de Gerlache, que lo aceptaría como timonel. El proyecto, sin embargo, fracasó cuando el barco Bélgica quedó atrapado en un mar de hielo. Sobrevivieron gracias al médico Frederick Cook, que proporcionó a la tripulación carne cruda, y al propio Amundsen, que tuvo la idea de hacer abrigos con pieles de foca.

A la espera de un nuevo intento, Amundsen se dedicó, en 1903, a atravesar el Paso del Noroeste que comunicaba los océanos Atlántico y Pacífico y llegar hasta Canadá. Allí permaneció durante dos años conviviendo con los Netsilik, una comunidad esquimal de la que aprendió sus técnicas de supervivencia, las ropas con las que se protegían del frío y la costumbre de emplear trineos tirados con perros, algo que emplearía en sus futuras expediciones. Amundsen llegaría hasta Alaska.

Su siguiente objetivo era llegar al Polo Norte, pero al conocer que ya lo había hecho Robert Peary, decidió que su objetivo sería la Antártida y su corazón: el Polo Sur. Reclutó a una expedición integrada por Olav Bjaaland, Helmer Hanssen, Sverre Hassel, Oscar Wisting, Jorgen Stubberud, Hjalmar Johansen y Kristian Prestrud. El barco empleado fue el Fram, que alcanzaría las costas antárticas el 14 de enero de 1911. Amundsen sabía también que otra expedición, comandada por el británico Robert Falcon Scott, pretendía alcanzar el Polo Sur en primer lugar.

Durante los meses de febrero a abril de 1911, el equipo de Amundsen se dedicó a establecer diferentes puestos de salvamento y avituallamiento. Querían establecer una ruta en línea recta hasta el Polo Sur y estar lo mejor pertrechados posible antes de iniciar el asalto. También ingeniaron modos de aligerar peso y sacarle el máximo partido a los trineos con perros. Scott, por su parte, empleaba caballos mongoles.

El 8 de septiembre, aprovechando una subida de las temperaturas, la expedición hizo un primer intento, pero un drástico cambio de tiempo los obligó a dejar suministros en uno de los puntos de socorro y regresar a la base central, bautizada como Framheim. Tuvieron que esperar hasta el 19 de octubre para que el grupo integrado por Amundsen, Bjalland, Hanssen, Hassel y Wisting hiciera un segundo intento a bordo de cuatro trineos tirados por 52 perros. El 3 de noviembre, el grupo alcanzó el último de los puestos de avituallamiento. En las semanas siguientes, atravesaron la meseta polar y establecieron un nuevo campamento, La carnicería, en la que sacrificaron a 24 perros para tener alimento suficiente.

Finalmente, tras el último asalto, el grupo alcanzó el Polo Sur el 14 de diciembre de 1911. Se adelantaron al grupo de Scott en 35 días. Scott y sus hombres morirían atrapados por una tormenta tras haber llegado al polo.

La expedición de Amundsen regresó a Framheim el 15 de enero de 1912 y la noticia sería conocida en todo el mundo en marzo de ese año.

Amundsen, ya todo un héroe nacional, moriría en el Polo Norte en 1928, en una operación de rescate que no llegó a completar. Su hidroavió se estrelló en el Mar de Barents y su cuerpo jamás fue encontrado. Era un pionero.

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