Interesante doble cartel presenta esta noche Polaroid Club con los malagueños Hungry Butterfly y Harakiri Beach, que viene de la Costa Tropical granadina. Los primeros llevan en activo desde 2007 creando canciones híbridas entre la electrónica y el indie, coqueteando por un lado con el frío synth-pop, y con la otra mano haciéndole un sutil trabajito a la psicodelia más technificada. Recogiendo los mejores temas de sus cuatro maquetas grabadas hasta entonces, publicaron el año pasado su álbum de debut, ElectroPsychedelicTechRomantic.

En él se transluce esa influencia de la juguetona electrónica francesa y del efectivo techno británico, y en directo presumen de prescindir de ordenadores y música grabada, aunque salpiquen el escenario de sintetizadores, cajas de ritmos y efectos y loops de guitarra que crean sobre la marcha. Harakiri Beach, por su parte proceden de las cenizas de Sasi & The Cachemirs, y, además de ganar con el cambio (el nombre es todo un hallazgo), sus tres inquietos miembros alcanzan una alquimia equilibrada entre el pop independiente e inmediato de la new wave y la electrónica after punk.