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El 'ragga' de Morodo abre el cumpleaños de El Tren

  • La sala celebra su 12+1 con un fin de semana especial que contará mañana con Mártires del Compás

Este fin de semana la sala El Tren celebra su décimo tercer aniversario, el 12+1, que llaman los supersticiosos, y lo hace con un fin de semana, como no podía se de otra manera, lleno de música. Mañana sábado con Mártires del Compás, pero esta noche con una fiesta de rap-ragga que tiene como principal protagonista al incomparable Morodo, que con la compañía de su nueva banda, Okoumé Lions, viene presentando su último trabajo, Reggae Ambassador.

El título le viene que ni pintado porque si hay algún culpable de que el idilio entre hip hop y reggae se haya consolidado en España ese es sin duda Morodo. Y no solo aquí, pues el madrileño es una figura influyente y respetada prácticamente en toda Latinoamérica y en parte de Europa. A día de hoy el cruce entre el rap y la cadencia jamaicana es una extendida tendencia que abarca una gran parte del hip hop hecho en España, pero cuando Morodo lo introdujo constituía toda una novedad.

Un hallazgo que tiene su origen en la ciudad panameña de Colón durante los ochenta, donde empiezan a rapear en español a ritmo de reggae. Rubén David Morodo Ruiz por esa época es solo un crío de barrio que a los catorce años comienza a frecuentar las jams de hip hop de su zona. Con 16 forma parte del colectivo OZM Posse, pero su gusto por el ska, el dancehall o el rocksteady, por toda la música jamaicana en general, que inyecta de modo natural en su flow, y el desparpajo con que suelta por su boquita ese estilo rap-ragga, le hacen destacar del pelotón de jóvenes rappers. Aún no han acabado los noventa cuando llega su estreno discográfico de la mano de Souchi con el tema Smooka que incluye en el recopilatorio Esencia 1, del año 99.

Ya desde entonces su temática se decanta sin disimulo hacia la legalización de la marihuana y en su repertorio encontramos toda clase de alusiones a la hierba en sus múltiples sinónimos. Dos años más tarde debuta en solitario con OzmStayl (Fünkdamental, 2001), un título con el que agradece lo aprendido junto a sus compinches de OMZ. El disco se convierte rápidamente en una referencia esencial del ragga en español y la fama de Morodo se extiende por toda España. A partir de entonces su proyección crece de modo exponencial, fundamentada sobre todo en unos directos incendiarios. Es requerido por todo tipo de festivales y de artistas, tanto de rap como de reggae para colaborar mientras que su carrera discográfica se desarrolla sin prisas.

En 2004 publica su segundo largo, Cosas que Contarte, en su sello Taifa Records, y en los dos años siguientes su nombre se hace habitual en los principales escenarios de media Europa y de Latinoamérica. Hasta 2010 no llega la continuación, "Rebel Action", también en Taifa, y para el siguiente estrena su nueva productora y sello discográfico Mad91, con el que hace justo un año editó Reggae Ambassador, el álbum que viene a presentar esta noche a Granada, donde hace dos años que no actuaba.

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