Este año, los Premios de la Crítica de Andalucía tienen acento granadino. La Asociación Andaluza de Escritores y Críticos Literarios ha hecho público el fallo del jurado para la XXVIII edición para las modalidades de Relato, Narrativa y Poesía, en la que destaca claramente el talento granadino con la presencia de Ángel Olgoso, ganador de la categoría Relato con Devoraluces (Reino de Cordelia), y Miguel Ángel Zapata, que se lleva la distinción de Narrativa con Nos tragará el silencio (. Pulso solar, del sevillano Diego Vaya, completa el tridente. 

Según se recoge en el acta del jurado, los catorce relatos que componen Devoraluces, título con el que Olgoso se despide de este género, revelan un nuevo registro en la obra del autor de Cúllar Vega, "sin perder los rasgos identitarios que la caracterizan: precisión en el vocabulario y lirismo subyacente". A lo largo de sus casi 140 páginas, el escritor "ha sido capaz de aprehender la esencia de la tradición del género utilizando la intertextualidad y, a la par, de reflexionar a propósito de la eterna lucha entre fantasía y realidad, entre las tinieblas y la claridad, entre las sombras y el día que se abre con sus múltiples posibilidades de desvelarnos sus misterios. Y, por una vez, triunfa esa luz brillante de las luciérnagas, la esperanza y la vida”.

Para cerrar esta etapa de su vida, Olgoso se aleja del aire turbador que ha caracterizado su (ya) anterior etapa para encaminarse hacia un lugar más optimista, donde prima la bondad, la pasión amorosa y creativa y la alegría.

Por su parte, de Nos tragará el sol, el jurado dice que supone “una representación alegórica desarrollada a partir del posicionamiento rotundamente crítico del autor frente a la realidad contemporánea en la que, el control que se ejerce sobre la ciudadanía por las estructuras del poder del Estado, va cobrando cada vez mayor fuerza y, casi sin que nos percatemos de ello, absorbiendo cualquier posibilidad de pensamiento crítico, fagocitando irremisiblemente las libertades individuales. Ahí radica la fortaleza de una novela que implica un cierre de ciclo en la trayectoria de Zapata”.

Miguel Ángel Zapata en una imagen de archivo.

Con esta novela, Zapata cierra la trilogía sobre las distintas manifestaciones de la degradación en nuestra cultura, que comenzó con Las manos (2014) y Arquitectura secreta de las ruinas (2018). Se trata, según reseña la editorial, de una compleja parábola sobre el concepto de libertad y las diversas formas de alcanzarla, perderla o elegirla. Una reflexión sobre los límites de la soberanía popular y la capacidad de mutación de un Estado tan omnipresente como invisible.

Narrada en primera persona y construida como una mezcla de ficción prospectiva, ensayo y cuaderno de bitácora confesional, la obra describe el nacimiento y expansión de La Hiedra, una gigantesca estructura estatal que avanza sustituyendo de forma casi imperceptible los modos económicos, políticos, sociales y culturales de un sistema corroído por demasiadas crisis. Cárcel ambigua o nuevo mundo utópico, infierno o paraíso, mito o realidad vaporosa, La Hiedra es una institución inasible que crece desde dentro del propio tejido social y absorbe a los ciudadanos cuyos Certificados de Idoneidad presentan alguna tara o merma que afecta a sus derechos o prerrogativas fundamentales.

Respecto a Pulso solar, el jurado dice que se trata de un poemario “arriesgado donde se sublima la cotidianeidad construyendo un mundo profundo donde se dan la mano lo onírico y  lo luminoso, siempre en búsqueda de la identidad personal que busca trascender la realidad y encontrar el rastro de la esperanza que nos ata a la vida.

Casi como un guiño del destino, la entrega de estos galardones, una escultura de la artista cordobesa Marta Campos, tendrá lugar en septiembre de 2022 en la propia ciudad de Granada, en un acto que cuenta con la colaboración de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, Centro Andaluz de las Letras (CAL) y de Fundación Unicaja