Jacky Terrasson actúa el sábado 11, en el cierre del programa central del 43 Festival Internacional de Jazz de Granada. Si haces una encuesta, te puede salir como resultado que este pianista es el mejor del panorama actual. Cuando decide tocar con luminosidad, puede deslumbrarte, y esas emociones se agradecen en esta música, que a veces transita por la oscuridad. No es casual que haya compuesto e interpretado bandas sonoras para el cine.

Actuará acompañado por Sylvain Romano al contrabajo y Lukmil Pérez a la batería, un formato clásico de trío para el piano como instrumento principal, acostumbrado en este tipo de conciertos. Dice el New York Times que está llamado a cambiar la cultura del jazz, pero él sigue adelante con su trabajo, sin demasiadas distracciones. De hecho, en nuestra conversación está inmerso en la grabación de su próximo álbum, tras haber superado hace un tiempo el medio centenar de discos. De manera breve, reflexiona sobre algunas cuestiones, como sus referencias musicales o el futuro de este género.

Desde el jazz, siempre hay cierta comodidad bajo la sombra de los clásicos, como son Bill Evans o Bud Powell, o en el saxo Charlie Parker, pero Terrasson piensa que, si hoy vivieran, sin duda, ellos interpretarían siempre su propia música original. Él, como compositor, es coherente con esa idea. En esa línea comparativa, cuando se le pregunta por alguna referencia, reconoce que es imposible elegir para él, aunque admira a Keith Jarrett por la diversidad de sus trabajos y la calidad de su obra. También a Martha Argerich. Son las referencias de uno de los grandes.

También le preguntamos por su perfil docente, por su faceta como profesor y mentor, y reconoce que las escuelas de música son estupendas por el entorno que proporcionan, pero que solo puedes desarrollarte, crecer y mejorar haciendo tu trabajo personal, dedicando tiempo en casa y en el escenario. En ese escenario, lo que percibe el público, en muchos casos, es que nunca abandona en su estilo la esencia de la melodía, algo que el pianista confirma, pero recordando que, además de esa melodía, busca forma, ritmo y feeling. Esos son los ingredientes clave, para este artista francoamericano.

Sobre sus hábitos personales y la música que escucha a diario, Terrasson asegura que, en un día bueno, practica tres horas diarias para tener los dedos en movimiento y, además, hace algo de composición. Afirma que no es muy aficionado al Rap ni al Hip Hop, pero que le encanta James Brown. También, le preguntamos por el futuro del jazz, y no se presta a conjeturas, asegurando desconocerlo, especialmente para lo que considera una palabra "perversamente usada", como es el "jazz". Al preguntarle sobre su concierto en el festival de Granada, anticipa un repaso a su repertorio, con algunos estándares y música de películas, junto a otras composiciones originales, con gran ilusión por volver a Andalucía.