SOS 4.8: el formato de 'festival de verano' arrasa entre los jóvenes
Murcia entra de lleno en el circuito con un evento que reunió a 60.000 personas en un fin de semana
FIB, BBK, Arenal Sound, Low Cost, SOS… Son nombres que nos resultan familiares, ocupando una vez al año parte de la agenda cultural de los medios. Son festivales de verano, el formato estrella entre los jóvenes a día de hoy. La proliferación de esta clase de eventos en los últimos años es abrumadora, por no hablar del incremento de asistentes continuo que se da en prácticamente todos ellos. Si bien algunos como el FIB cuentan con más de 15 años de experiencia, la mayoría celebran ahora entre su segunda y quinta edición. El verano se plantea como la estación ideal para celebrarlos, siendo la mayoría de ellos en lugares de sol y playa.
Los hay para todos los gustos y estilos musicales: rock, indie, techno, nuevas tendencias… Cada uno ofrece un producto diferenciador, aunque los más exitosos están centrados en pop-rock internacional y/o electrónica. Los festivales ofrecen la posibilidad de ver concentrados a grupos o DJs de fama mundial junto con bandas emergentes del panorama musical nacional e internacional. Todo reunido en una sola entrada, bastante económica para todo lo que se ofrece, de ahí su gran éxito como formato.
Pese a los precios bajos, la crisis también ha afectado a la mayoría de los festivales, especialmente a los que cuentan con una parte importante de inversión pública, inversión presente gracias al potencial reclamo que supone un festival a la hora de dar a conocer una región o ciudad. Los recortes y la subida del IVA cultural hacen que los carteles de este año sean, en general, algo más flojos, lo cual no implica que disminuya el número de asistentes. La fuerza de los patrocinadores, generalmente marcas de bebidas alcohólicas, es determinante a la hora de montar estos eventos. El sistema de funcionamiento es casi siempre el mismo: se canjea la entrada (normalmente más barata dependiendo de la antelación con que se compre) por una pulsera que da acceso a un recinto, donde de dos a cinco escenarios ofrecen sin parar horas y horas de música encadenada. Los platos fuertes se reservan para el tramo que va de las 12 de la noche a las 3 de la madrugada.
Sin embargo, los festivales pueden ser mucho más que música. Un claro ejemplo de ello es el SOS 4.8 de Murcia, celebrado el anterior fin de semana junto al Viña Rock de Villarobledo (Albacete). Con 28.000 abonos vendidos y unos 60.000 asistentes entre viernes y sábado, el SOS ofreció 46 conciertos, entre los que se podían encontrar grupos internacionales de la talla de The xx, Kakkmaddakka, Bloc Party o M8", en combinación con productos nacionales como los granadinos Lori Meyers o los Dorian.
Concebido como un "festival de acción artística sostenible", el SOS, además de conciertos, ofreció exposiciones, workshops (talleres) con artistas, y un interesantísimo ciclo de conferencias, que con la ficción televisiva seriada como tema principal y con figuras como Nacho Vigalondo o el reputado crítico norteamericano Adrian Martin plantearon y analizaron el papel y las características de las series televisivas en nuestra sociedad actual. Sin duda, un pistoletazo de salida ideal para la temporada 2013 de festivales.
Mirando a nuestra tierra, podemos encontrar la apuesta granadina del Alhambra Sound, un mini-festival de música indie patrocinado por Cervezas Alhambra que promete en un futuro ser una de las citas ineludibles para los fans de este tipo de música.
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