Sara Baras llega esta noche al Palacio de Congresos, donde pondrá en escena durante dos días consecutivos Sabores, posiblemente el espectáculo más personal de la bailaora gaditana, y que resume su trayectoria artística.

Sabores vuelve a Granada tras ser uno de los platos fuertes del Festival de Música y Danza de 2006 y completa la trilogía que inició con las obras Sueños y Sensaciones. En esta ocasión, todo el montaje está dedicado a su madre, a todo lo que aprendió de ella desde pequeña y a todo lo que en este tiempo la ha ayudado a convertirse en una de las figuras indiscutibles de la danza flamenca española.

La propuesta escénica de la bailaora se concentra en la iluminación y en el colorido que, con un efecto muy especial, definen el recorrido que Sara Baras y su compañía hacen por los distintos ritmos y palos flamencos. Éstos se presentan en una sucesión de trece cuadros con taranto, seguiriya, zambra, martinete, tangos, jaleos y una bulería final que evoca un café cantante. Entre todos, destaca el número A fuego lento junto a José Serrano y Diego Ortega.

En esta obra, la bailaora asume la dirección, la coreografía, el diseño del vestuario, la iluminación... Una implicación total y una entrega máxima para un espectáculo con el que Baras abandonó la corriente teatral emprendida con sus piezas anteriores, Juana la Loca y la lorquiana Mariana Pineda. Y aunque acaba de estrenar su personal versión de Carmen, Sabores sigue siendo esa pieza que le reporta mayores satisfacciones y que mejor habla de ella.