Actual

"Saramago sabía que los dolores del siglo XXI han sido programados"

  • La viuda del Premio Nobel de Literatura mantiene su decisión de que el nombre de su esposo desaparezca de la fundación que se creó en Castril para la divulgación de su obra y su memoria

Pilar del Río es una mujer que no se deja intimidar por el paso del tiempo. Amada por su marido José Saramago, Pilar es, después de la muerte del novelista, el alma de la fundación creada en 2007 con el propósito de conservar su obra. Atada a su misión, Pilar no se olvida de encontrar respuestas para un mundo casi sin preguntas.

-¿Quién es Pilar del Río? ¿Una mujer comprometida con la responsabilidad cívica de la fundación o una mujer cómplice del novelista José Saramago?

-Una traductora y periodista, que tuvo el privilegio de compartir la vida con un hombre grande, ser su cómplice y seguirlo siendo ahora que todo es más difícil. Una militante de Saramago.

-En la película 'José y Pilar' José le pide que continúe su obra... ¿Cómo encara esa misión?

-Con pavor. Es evidente que Saramago era un ser excepcional y sabía administrar tiempos, escribir, militar, ser él mismo en todo lo que hacía. Yo era la que iba corriendo detrás porque no alcanzaba el ritmo, pero trataba de aprender. En cualquier caso hicimos juntos la transición de vivir de a dos a vivir siendo uno y eso fue muy bueno. También hicimos juntos el luto y habernos acompañado preparando lo que iba a ser la ausencia definitiva también ayuda a continuar con los planes que ya estaban establecidos.

-La noche del 10 de diciembre de 1998 se quedó marcada con las declaraciones del Nobel: "Si nos hacemos cargo de nuestras responsabilidades es lo que puede hacer este mundo un poquito mejor". ¿Cree qué esas palabras han influido los ciudadanos a defender sus derechos ?

-Sé que a algunas personas sí. Las palabras de los escritores no cambian el mundo, de ser así ya habría cambiado, pero quedan, son percepciones que las personas atentas acaban incorporando a sus ansias de hacer esto más habitables. Son instrumentos valiosos, aunque para defender derechos se necesitan ciudadanos y a veces los ciudadanos no están, se fueron a sus vidas de puro cansancio, desistieron por estar tan machacados. Y lo malo es que por desistir se paga un precio: si hubiéramos sido más activos, más conscientes de nuestros deberes, tal vez no estuviéramos así, en esta crisis cruel e inmoral.

-Toda la obra de José Saramago está delineada dentro de diferentes tiempos históricos y todos sus personajes cambian con sus metáforas... ¿Eso es un escape imaginario para narrar una historia, o es un recurso para relatar con coherencia los problemas de la humanidad?

-Sin duda es un recurso para ocuparse de aquellos asuntos que le afectaban y preocupaban. Él decía que hubiera querido ser ensayista pero no tenía formación para eso y escribía novelas… Que al final son ensayos: Ensayo sobre la ceguera, Ensayo sobre la lucidez, Historia del cerco de Lisboa… Sí, ensayos con personajes donde aparece la humanidad doliente que era la que le ocupaba, porque sabía que muchos de esos dolores son inoculados y programados, nadie tendría que sufrirlos porque en el siglo XXI hay medios tecnológicos para superar la pobreza extrema y la esclavitud. No se hace pese a que ambas existen y nos pasan al lado.

-'Claraboya' está ahora destacada en todas las librerías del mundo con una nueva presentación de un libro que fue durante varios años oculto para el público. ¿Por qué este momento era el ideal para presentar la obra?

-Porque no estando José está Saramago y lo demuestra con un libro que para muchos será puerta de entrada

-¿Es un libro importante para señalar visiones de un mundo verdaderamente saramaguiano?

-Sin duda: quienes conocen la obra identificarán los asuntos que a Saramago le interesaban, será un descubrimiento ver la brillantez de un joven que pensaba y se enfrentaba a grandes mitos de la cultura y advertir su coherencia. Para quienes no hayan leído nada será una puerta que se abre muy fácil. Y le aseguro que abierta la puerta ya se pasa a la casa, que es el resto de la obra, de donde cuesta salir…

-Un edificio, seis humildes familias y un enredo que no es aparentemente normal. ¿Qué nos revelan más estas cuatro paredes?

-Desvelan que la diferencia no es el caos, es el cosmos y es riqueza en los matices. Desvela que no todos los pobres son buenos, que la mezquindad cohabita con la bondad y la pasión con la desasistencia. En definitiva, que pese a los sueños y luchas, en el fondo todos somos unos pobres diablos, aunque algunos quieran escapar a ese destino. Si escapan o no se verá en los otros libros publicados más tarde.

-En la sinopsis del libro se habla de una "época marcada por la desesperanza, la necesidad, las frustraciones, las pequeñas ilusiones". ¿Será ésta una buena manera de despertar cada día? -No sé si es buena, es la manera de despertar de millones y millones de personas cada día: en la desesperanza.

-¿'Claraboya' son 415 páginas de una existencia humana o son simplemente fachadas de un interior escondido que ahora se quiere revelar?

-Claraboya es una novela con personajes y esos personajes tienen pasiones y pensamientos que se cruzan como en la vida, lo que pasa es que la vida no es narrada, en Claraboya tenemos la pluma hábil y la cultura consolidada de un joven gran escritor para contar lo que habitualmente no se ve.

-¿Por qué es importante conservar la memoria de José Saramago ?

-Porque lo necesitamos para ser mejores: las ideas que lanzó y los libros que escribió son un paso más en el proceso de humanización en que estamos. Porque no somos verdaderamente humanos, si lo fuéramos no iríamos contra el otro, o no lo ignoraríamos de esa forma. "El otro es como yo y tiene derecho a decir yo" citaba mucho Saramago. Pues eso.

-En Granada, la Diputación insiste en que su petición de darse de baja en el Patronato del Centro Saramago no ha seguido los cauces oficiales. ¿Tiene pensado dar un paso más? ¿Insiste en que se borre el nombre de su marido del Centro Saramago?

-Lo que tenía que decir lo dije a través de la persona que me representaba y no tengo nada más que decir.

-Hay alguna posibilidad de colaboración entre la Fundación Saramago de Lisboa y el Centro de Castril? ¿Hay algún proyecto vinculado a Granada?

-Hay una colaboración con la Universidad de Granada a través de la Cátedra José Saramago, multidisciplinar, que organiza actividades que la Fundación apoya desde Portugal, como ocurre con otras cátedras en el mundo, tanto en Europa como América. Además la profesora Angela Olalla pertenece al patronato de la Fundación

-¿Como presidenta de una fundácion y además como mujer, qué consejo da para que la lectura y sobre todo la cultura no tropiece en los tiempos agi tados que corren?

-Tengo por norma no dar consejos, pero se me ocurre que para no tropezar o ir del brazo de quien sabe -los maestros de la literatura- o tenerlo muy claro: podrán derrotarnos económicamente, echarnos de los trabajos, mal pagarnos, pero nadie nos quitará el placer de leer un libro, aunque sea prestado. Y entrando en ese mundo, todo y se estará mejor pertrechado para construir una sociedad más humana.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios