Isabel Motos. Escritora

"Seguiré escribiendo en prosa y en verso y veré por donde me llaman las palabras"

  • La joven autora granadina abre hoy el ciclo Poesía en el Jardín, que se celebra todos los martes de septiembre en la Casa de los Tiros, junto a la pianista María García Navarrete

El ciclo Poesía en el Jardín, que organiza el Ateneo de Granada en el Museo Casa de los Tiros, se inaugura hoy con una velada que correrá a cargo de Isabel Motos (Granada, 1991), una promesa consolidada a caballo entre la filosofía y la literatura.

-A pesar de su juventud, cuenta con una larga trayectoria de premios literarios. ¿Son la mejor vía para abrirse camino?

Las redes sociales, como en todos los campos, son una forma de hacerse un hueco y un nombre"

-Bueno, no sé si son la mejor vía, pero sí que pienso que es una forma de entrar en contacto con el mundo literario. A veces son concursos con una temática concreta y a veces tienes que adaptarte a una extensión, y creo que eso es una manera de motivar la creación literaria.

-¿Ha redactado textos específicos para concurso o busca un concurso literario en el que pueda encajar un texto?

-La verdad que un poco de todo: a veces he revisado y adaptado textos escritos y otras veces alguna temática que me ha llamado la atención me ha suscitado alguna idea para algún relato.

-Tiene un blog, Mi propia ingravidez, el mismo título que su primer libro, publicado en 2016. ¿Para las nuevas generaciones es fundamental estar en redes sociales?

-Cada vez tienen más importancia. Hoy todo el mundo se mueve en redes sociales. Si uno quiere ser mínimamente visible y darse a conocer entre las personas que no son tan cercanas, de otros países, y además enterarse de lo que hacen los compañeros, creo que cada vez se van haciendo más imprescindibles.

-¿Han abierto una brecha entre escritores jóvenes y las generaciones que ya no son tan jóvenes, por ejemplo, los que tienen ahora 40 años?

-No sabría establecer a partir de qué edad usan más o menos las redes pero es evidente que hay un salto, aunque es compresible y no tan determinante. Los que estamos ahora en la veintena o cerca de los 30 hemos ido creciendo con el mundo digital, aunque el boom ha venido en las nuevas generaciones, los que tienen de 25 para abajo.

-Además del uso personal que hace cada uno, ¿buscan las editoriales autores que tengan determinado número de seguidores?

-Supongo que como en todos los campos: creo que son una forma de hacerse hueco y nombre. Yo, por ejemplo, tengo este blog pero no tengo tantos seguidores como pueden tener otros. Imagino que determinados grupos editoriales buscarán escritores que tengan muchos porque en cierto sentido eso puede ser una garantía para vender más libros. Pero, si tienes muchos y no gusta lo que escribes... Creo que todavía se puede publicar sin tener seguidores si el material es bueno, sólo hay que presentar las cosas en determinadas editoriales.

-¿Le interesa la narrativa experimental que utiliza, por ejemplo, hilos de tuit?

-Yo soy más de escribir mis pequeños textos en el blog y luego compartirlos en Twitter, Facebook o Instagram. Mis experimentos no van más allá de subir los textos con las fotos.

-Otra de sus grandes pasiones, además de la escritura, es la filosofía. ¿Por qué se decantó por estos estudios y no Filología Hispánica, Teoría de la Literatura?

-La verdad es que en esa decisión tuvieron mucho peso mis profesores de Bachillerato de Filosofía, que fueron los que me descubrieron la vocación. Uno de ellos me supo transmitir esa inquietud por preguntarse. Aunque reconozco que a la hora de entrar en la Universidad puse las dos opciones, tanto Filosofía como Hispánicas, prioricé la primera. Son mis dos amores y no descarto en un futuro estudiar algo como Hispánicas o Teoría de la Literatura.

-Su primera obra en solitario, una colección de textos de prosa poética, apareció en Esdrújula. ¿Eligió usted a la editorial o la editorial a usted?

-Fue una casualidad. Mi padre llevaba tiempo animándome a que presentara mis trabajos en una editorial y concertó una cita. Yo quedé muy contenta cuando conocí a Mariana y a Víctor por el trato personal y profesional. Así que esos fueron los motivos, casuísticos y providenciales.

-Fue finalista del premio Jordi Sierra i Fabra de Literatura para Jóvenes por su novela La Golondrina. ¿Se siente más cómoda en la novela o en la poesía?

-La verdad que me siento más cómoda en el relato, aunque también me gusta mucho la novela. Ahora que he obtenido la plaza en las oposiciones de Bachillerato espero tener más tiempo para seguir avanzando en ese camino. La poesía siempre me ha gustado y fue lo primero que empecé a escribir, pero siempre lo he sentido como algo más íntimo. Es ahora cuando lo estoy dando a conocer un poco más al público. En el recital del próximo martes presentaré también algunos poemas que son inéditos.

-¿La elección entre prosa y poesía para focalizar una carrera es indispensable en un jardín cuyos senderos se bifurcan forzosamente o cree que se pueden compatibilizar las dos vías?

-Es una buena pregunta. No sabría responder porque me siento cómoda escribiendo tanto en prosa como en verso, aunque es cierto que las trayectorias de los autores suelen estar marcadas. En mi caso, seguiré escribiendo y veré por donde me van llamando las palabras. Dependerá del momento vital.

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